Escapismo y autojustificación.
A veces tengo
la sensación de que es obligatorio participar en el clima de “aquí no pasa nada”
que sibilinamente nos venden los profetas del optimismo. Y algunas veces
hasta me lo creo y me digo “qué bien, otro día con más muertos que en el mayor
atentado de la historia de España y confinado sin hijos, perro o trabajo considerado
medianamente esencial que hiciera las veces de salvoconducto y remedio
terapéutico, pero qué bien, era verdad que el ser humano se adapta a todo”. Ello
mientras las horas se consumen entre actividades varias con mayor velocidad que
antes de la cuarentena, entre otras cosas porque ya no existe la excusa de
estar en tránsito o haciendo lo que tienes que hacer para ignorarlas, aunque te
siga tocando hacer lo que tienes que hacer, no sabes muy bien los motivos.
Creo que esto
les pasa también a muchos clubes, y lo celebro, anfitriones de numerosas
orgías del conocimiento y la metodología baloncestística que han sabido
convertir la necesidad en virtud y la crisis en oportunidad y, entre adagio y
adagio, se fuman unos puros metafóricos y se dan golpes de pecho. He podido ver
alguna de sus charlas y, en primer lugar, he de celebrar que exista este
interés por hablar de baloncesto, compartir, enseñar y aprender, vaya esto por
delante. Sin embargo, muchas veces me parece que el principal interés es autojustificativo
y escapista.
Autojustificativo
para tratar de explicar los salarios que se mantienen, las cuotas que no se
han retirado, el puesto, el cargo o los futuros contratos o colaboraciones. Escapista
porque a veces pienso que los tíos que se enfrascan en debates sobre aspectos
muy concretos del baloncesto, yo el primero, creen que mañana se levantarán
e irán al pabellón como lo hacían el 1 de marzo en Figueres, Vigo o La Línea de
la Concepción. Y señores, lo que toca ahora es aprenderse el manual de
supervivencia: cómo se hincha el salvavidas, cuántos días aguanta el cuerpo
humano sin comer y, en todo caso, educar el espíritu para los tiempos difíciles;
para el “no”, el “vuelva usted mañana” y el “no es usted prioridad para este ministerio”.
Toca apelar a la
resistencia íntima, a la resignación sublime, a todas estas uniones de
sustantivo y adjetivo que nada tienen que ver con la desescalada progresiva o
el desconfinamiento gradual. En paralelo al cumplimiento de las normas y el
cuidado, por acción u omisión de nuestros familiares, debe ir este cultivo,
este lento cultivo para el que no hay crisis que se convierten en oportunidades
ni demás frases hechas. Mejoren su relación consigo mismo, distánciense
socialmente del baloncesto, abróchense las mascarillas antes de hablar sin
reflexionar y apaguen el televisor cuando el experto les cuente aquello que su hijo
de siete años, el que les va a sacar de casa el domingo, y no al revés, ya sabía
porque se lo había contado Carlos, Antón o como quiera que se llame su amigo imaginario.
UN ABRAZO Y BUEN
BALONCESTO PARA TODOS
1 comentarios:
Quiero recomendar rápidamente DR NCUBE para un trabajo bien hecho por
curándome de la enfermedad de los herpes genitales que me han estado dando noche de insomnio. si quieres contactarlo, simplemente hazlo por correo electrónico drncube03@gmail.com o
llamar / whatsapp +2348155227532
también tiene #hierbas para
hiv / aids
cancerdisease
fibroid
diabetes ...
Publicar un comentario