Los
Golden State Warriors pondrán esta noche en juego, una vez
más, su imbatibilidad. La visita a Toronto supondrá una buena
prueba de fuego. No en vano, los canadienses son uno de los rivales
que más cerca han estado de vencer a los chicos de La Bahía. Con
todo y con eso, este 20-0 es ya en sí mismo una auténtica
hazaña, un inicio soñado en el que el vigente campeón se ha
sobrepuesto a la ausencia de su convaleciente entrenador, Steve
Kerr, a la pérdida de un suplente de lujo como David Lee
y, por encima de todas estas circunstancias, a la autocomplacencia
que suele acompañar a aquel que viene de ganarlo todo, de
proclamarse “campeón del mundo”.
Aunque
es evidente que gran parte del mérito de este record reside en la
vuelta de tuerca que ha dado Stephen Curry a sus estadísticas
de MVP –con un incremento de ocho puntos de media por partido (32),
de cuatro puntos en el porcentaje de tiros de campo (52,4%) y de
punto y medio en los lanzamientos de tres (45,9%)–, hoy quiero
fijarme en aquellas estadísticas de equipo que explican el abrumador
dominio que los Warriors están ejerciendo sobre la competición.
1.
Eficiencia en el tiro. Si ridículos son los porcentajes de
Stephen Curry, lo mismo se puede decir de los de todo el equipo. El
49,3% supera en dos puntos y medio a los Thunder, segundos en
esta estadística. Esto les permite anotar 1,14 puntos por
posesión, 0,07 más que los Thunder, también segundos en esta
categoría. Si ponderamos el mayor efecto de los lanzamientos de tres
en el marcador y lo añadimos a la ecuación en lo que la NBA llama
el “Effective Field Goal Percentage”, las cifras son aún
más ridículas: 56,7%. Al final, entrenadores, meterla lo es
todo.
2.
Generosidad. El 69,4% de los tiros anotados por los Golden
State Warriors han sido asistidos por un compañero, lo que les
lleva, por supuesto, a liderar esta magnitud estadística. Los
chicos de Luke Walton también son los mejores si se cotejan las
asistencias y las pérdidas. Así, por cada pérdida, los Warriors
dan 1,8 asistencias. Ningún equipo da más. Esta estadística se
retroalimenta recíprocamente con las estadísticas de tiro y también
con las que les sitúan como equipo que más anota en contraataque
(21,3 puntos por partido), situación de juego en la que
el porcentaje de asistencias es mucho mayor.
3.
Defensa. Para un equipo con vocación claramente ofensiva, ser
el sexto en eficiencia defensiva es un gran logro. Los 0,97 puntos
que concede por posesión son un dato que mejora los 0,98 que
consiguió durante toda la temporada anterior. Los perfiles
defensivos de Harrison Barnes, Andre Iguodala y Draymond Green,
sumados a la reconversión de Bogut y el compromiso defensivo de Klay
Thompson, Stephen Curry y todos los jugadores de rotación, les
convierten en un equipo temible. Los Warriors son, tras los
Knicks, el equipo que mejor defiende el perímetro, concediendo
un pírrico 30,1% en los lanzamientos de tres de sus rivales. También
es el sexto equipo que fuerza un peor porcentaje en el conjunto de
los tiros de sus rivales.
4.
Rebote. Comparados con muchos de los equipos a los que se
enfrentan, los Warriors no son un equipo excesivamente alto. Aun así,
son el sexto equipo que menos rebotes conceden al oponente, 42,
estadística con toda seguridad relacionada con el alto porcentaje de
tiro, pero que también tiene que ver con un alto nivel de compromiso
de todos los jugadores en esta faceta. Además, el elevado número de
lanzamientos exteriores practicado por los Warriors, junto con el
fantástico despliegue de facultades de un jugador como Draymond
Green, les permite coger muchos rebotes ofensivos. De hecho, son
el cuarto equipo que más rebotes ofensivos coge por posesión.
5.
Ritmo. Los Golden State Warriors son el cuarto equipo que
más posesiones ofensivas juega por partido: 101,68. Esto tiene
que ver con el promedio de tiempo de cada una de ellas y también con
el tipo de defensa que practica, muy orientada a provocar errores y a
forzar que los rivales incurran en acciones precipitadas. La
profundidad de la plantilla, conseguida gracias a la gestión de
los técnicos al priorizar el desarrollo de los jugadores sobre el
protagonismo de las estrellas (Curry juega 34 minutos por partido),
les permite practicar este baloncesto a lo largo de todo el
encuentro.
Cinco
facetas con reflejo estadístico que multiplicadas por veinte
partidos nos conducen al cien por cien de victorias. Todo eso y
mucho, mucho, espectáculo.
UN
ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
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