Empezaré
defendiéndome asegurándoles que no soy sospechoso de no alabar el
juego de los Gasol, su importancia histórica dentro de nuestro
baloncesto, su filantropía, su buena educación. En múltiples
ocasiones me he hecho eco de sus innumerables éxitos y de su buena
disposición y, por supuesto, he pedido respeto para Pau cuando se le
acusaba de estar caducado para los niveles que exige el deporte
profesional, afirmación que se ha demostrado falsa tras la temporada
que acaba de concluir para él con su eliminación en los playoffs.
Pero perdónenme que me pregunte, ¿quién vota en la elección del
Premio Princesa de Asturias del Deporte? ¿Es el Princesa de Asturias
una excusa para que el deporte español se vanaglorie de sus
triunfos? ¿Son los deportistas un cuerpo más del ejército español
y el Princesa de Asturias, en realidad, un acto de entrega de la Cruz
Laureada de San Fernando? El nacionalismo, en contra de lo que
pudiera parecer, no nos hace grandes; nos hace pequeños, muy
pequeños.
Para
que esto no parezca una rabieta sin más, aportaré una serie de
motivos por los que me parece que el premio, siendo siempre merecido
en el caso de los dos hermanos, no es oportuno ni justo con quienes
en esta temporada han reunido muchos más méritos.
1.
Pongamos que el premio, por esa suerte de “chauvinismo” a la
española, ha de recaer en un nacional. Los Gasol,
vestidos con la roja, cosecharon unos decepcionantes cuartos de final
en el mundial que teníamos a bien organizar (y que muy bien
organizamos, por cierto). En competiciones internacionales Javier
Gómez Noya, Javier Fernández o Carolina Marín son vigentes campeones mundiales como lo es Marc Márquez, la joven perla del motociclismo
español. También Marc Coma siguió cosechando
rallies Dakar como si no costara. ¿Había, o no, buenos candidatos?
2.
Pongamos que se definiera que el premio fuera para el baloncesto (que no creo).
Dos equipos fueron los grandes triunfadores en este año natural que
ha transcurrido entre premio y premio y en ninguno militaban los
hermanos Gasol. Me refiero a los San Antonio Spurs y a la selección
estadounidense de baloncesto. Los primeros dominaron una competición
para la que parecían excesivamente mayores, mientras que la segunda
acudía con un conjunto excesivamente joven, víctima propiciatoria
para que los europeos les demostráramos dónde se juega mejor a este
deporte. La historia fue que se pasearon dando verdaderas lecciones
de que lo bueno, si fácil, dos veces bueno.
3.
El premio es doblemente redundante. Pau y Marc ya lo
recibieron como miembros de la selección española en 2006. Desde
entonces han cosechado nuevos méritos, claro, pero si se trataba de
premiar carreras a nivel individual ha habido mejores oportunidades.
No debemos olvidar que ya han pasado cinco años desde el último
anillo conseguido por Pau. Porque de eso se trata en deportes
colectivos, ¿no? De ganar como equipo. A este solapamiento se une el
siguiente: Si el jurado del galardón lo que pretende hacer es poner
en valor la doble presencia como titulares en el All Star están
reconociendo un reconocimiento, premiando, como bien reza el título
de este post, al propio premio. Estar en el All Star no constituye un
mérito deportivo en sí mismo, sino que es ya una especie de
gratificación añadida. Aquello ya era el premio por una buena
temporada. Esto, el absurdo premio al cuadrado.
En
fin, si de lo que se trataba era de ser originales y de premiar a una
pareja de hermanos sin parangón en la historia de nuestro deporte,
fantástico. Muy merecido. Pero si de lo que se trata es de dotar de
importancia a esta distinción lo estamos haciendo muy mal. Y no, amigos, Leonor no tiene la culpa.
UN
ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
2 comentarios:
En infinito desacuerdo JJ!!!
De entrada creo que aquejas el mal más extendido de los españoles y más agravado en los salmantinos. No saber disfrutar de los éxitos de los demás. Y en segundo lugar, por esta regla de tres si te dan un Oscar, no puedes recibir un Globo de Oro, ni un Goya??
Creo que lo cortés no quita lo valiente. Hay que pensar en este premio como en el Goya honorífico, que muchas veces no se da cuando más se merece pero si cuando se debe. Los Gasol, han hecho posiblemente el mejor año de sus carreras, con buen recorrido en la liga y siendo claramente el jugador referencia de sus equipos. Marc nunca había estado tan cerca de ser MVP y Pau dejó de estar a la sombra de Kobe o de ser una "estrella" en un equipo de paquetes (sus años de Memphis). Reconocimientos claros al estar en el ALL STAR y en los quintetos favoritos de la liga (Marc 1º y Pau 2º), y conseguir estas cosas en la mejor liga del planeta, entre los mejores del mundo... Es digno de reconocer.
Pero aquí viene lo de "cuando se debe", que mejor ocasión de premiar a estos hermanos a la vez se puede tener. La temporada que viene puede cambiar mucho, por la edad de Pau, por los nuevos entrenadores, por los traspasos que se hagan de cara a 2016, porque el Este se va a reforzar y en el Oeste volverá Durant. Porque Marc podría quedarse en Memphis que parece decidido a mantener una plantilla insuficiente y que podría truncar sus opciones por mucho más tiempo. Por todo esto es el momento adecuado, se debe dar este premio a la carrera de 2 hermanos irrepetibles (por mucho que fallaran con la selección, que en mi opinión fue más culpa de Orenga que de nadie).
No tendremos otra ocasión como esta, cualquier otra no estará tan justificada como su recorrido NBA de este año.
Y sobre todo porque son un ejemplo como relaciones públicas, marca España, compromiso, humildad y discreción, es decir, más allá de lo puramente deportivo. Valores que sin duda en ESTE premio puntúan más. No es fácil ser bueno tanto tiempo.
Así que alégrate y disfruta!!
Claro que son un ejemplo, claro que se lo merecen y claro que me alegro por ellos. Pero no puedo hacer lo mismo ni por el prestigio del premio (que está adquiriendo unos tintes sospechosamente nacionalistas) ni por aquellos que mereciéndolo tanto o más, se quedaron en el olvido.
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