Recuerdo
perfectamente la primera llamada de Javier García-Palao para pasarme
a entrenar con su equipo de Cabrerizos, entonces todavía en busca de
patrocinador (Bambú lo sería durante los seis años en que yo he
formado parte del conjunto). La acepté encantado. Llevaba tiempo
siguiéndolos, disfrutando con su juego, consciente, además, de que
se trataba de un grupo de amigos que, simplemente, se había
organizado para jugar a su pasión compartida, el baloncesto, de
manera algo más "profesional". Surgieron del parque para ganar en los
pabellones jugando de una manera alegre, con pocas rigideces y
estructuras.
Toda
vez que ingresé dentro del conjunto, además de sentirme importante
desde el primer día, noté el cariño y el respaldo de cada uno de
sus miembros. Tres veces por semana, dos para entrenar y una para
jugar, nos juntábamos, nos divertíamos, luchábamos para ser
mejores. Y lo conseguimos. Con los años, mientras la competición se
hacía más y más dura, nosotros seguimos subiendo el nivel para
mantenernos competitivos. Y lo fuimos. Sí, lo fuimos. Y no solo
cuando al final tuvimos la suerte de alzar el trofeo, sino también
cuando pusimos contra las cuerdas a equipos muy potentes, formados
por alguno de los mejores jugadores de baloncesto que haya habido
nunca en nuestra provincia.
Hace
dos años, incluso, ganamos la Liga Senior Interprovincial Zamora-Salamanca en una final con prórroga ante Carbajosa, uno de
los grandes enemigos deportivos a los que nos hemos enfrentado en
estos años. Aquel fue, seguramente, el cénit de nuestra
trayectoria. Desde ahí, quizá por autocomplacencia, o puede que
solamente por el paso de los años y el hastío, lo cierto es que la
curva inflexionó y empezamos a descender y a caer en hábitos poco
compatibles con la victoria.
En
mi caso particular, no son los años ni el físico los que me invitan
a dejar de jugar estas ligas que bien podría seguir disputando con
la filosofía con la que se la toman muchos, la de una pachanga con
árbitros. Pero no, le debo tantos momentos de felicidad a este
deporte y a este equipo, que dedicarme a él en un porcentaje mínimo
de mi capacidad e ilusión, sería poco reconfortante. En mi caso
digo adiós porque cada vez disfruto más de mi faceta como
entrenador a la que pretendo dedicarme aún más plenamente, lo que
implica también descansos y períodos de reflexión para los que es
conveniente vaciar un poco la agenda.
El
asunto es que, si he de fiarme de las palabras de Javi, nuestro
capitán, el partido de ayer supuso, además, el cierre definitivo de este
proyecto de diez años que tuvo precisamente en él, en Javi, a su
estandarte. Fundador, manager, capitán, entrenador, alero y
fundamentalmente amigo. Todo eso fue Javi para cada uno de nosotros
durante el tiempo en el que nos mantuvimos juntos. Todos te debemos
nuestro más sincero agradecimiento. Puedes estar seguro de que
seguiremos hablando de baloncesto, de la vida y de cine. Y seguiremos
discrepando, porque en ello residió siempre la gracia.
Javi,
sí, él fue el gran culpable de que nos conociéramos el resto y no
os voy a citar a todos para no correr el riesgo de olvidarme de algún
nombre. Con la premisa innegociable de mantener unido al grupo, de
solo introducir retoques cuando fuera necesario por el abandono por
causa mayor (casi siempre laboral) de uno de sus miembros, lo que
formó fue un gran círculo de amigos, una pequeña comunidad
intergeneracional unida por el amor al baloncesto y caracterizada por
el sentido del humor, la solidaridad mutua y el buen ambiente.
A
partir de ahora, amigos, nos queda regresar al parque, cuando las
temperaturas lo permitan, juntarnos para sonreír al calor de los
recuerdos y, por supuesto, cumplir con el deber de decir en alto y
orgullosos, tanto en entrevistas de trabajo como en reuniones con
otros grupos de gente, se tercie o no la ocasión, aquello de “yo
soy un Legend”. Lo fui y lo seré siempre, porque ese fue uno de
los pactos no escritos sobre los que se basó nuestra amistad: la
fidelidad y la lealtad.
Muchas
gracias compañeros, fue un auténtico placer.
UN
ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
6 comentarios:
Grande JJ. Muchas gracias a ti también! Orgulloso de ser un Legend!
Un honor haber compartido contigo estos años JJ. Suerte en tu nueva singladura, si le pones el mismo esfuerzo, pasión y dedicación que has hecho como jugador, no dudo de tu éxito. ¡Hasta luego!
Enorme Juanjo.
Un placer haber compartido estos años contigo.
¡Vamos Legends!
Dani Legend
Vivo y muero Legend!! Os quiero tíos!!
Un gran texto Juanjo, ¡mucha suerte con tus futuros proyectos!
Una pena no haber estado allí para ver vuestro último partido.
Un abrazo del delegado Legend en el Hemisferio Sur.
Mucha culpa de que sea Legend la tienes tú, ha sido un placer compartir estos años. Mucha suerte y éxitos en los banquillos, te la mereces.
Abrazos
Arturo
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