Hacía
tiempo que no me sentaba a escribir y a actualizar este humilde
espacio. Lo hago mientras el verano aspira a perpetuarse en el poder
y ahora que todo se tambalea en torno a la falla invisible que viaja
de conflicto en conflicto resquebrajando nuestra fe en el ser humano.
Pero en fin, no me detengo pues, al fin y al cabo “¿qué importan
los problemas de millones de pequeños seres en este loco mundo?”
que diría el enamorado Rick en aquella Casablanca de postal (y de
cartón).
Para
no perdernos en asuntos menores os contaré mi fin de semana, una
experiencia agotadora aunque inmejorable con el baloncesto como
leitmotiv. Todo empezó temprano, aún de noche, en el lugar de
encuentro prefijado para la partida por los entrenadores del Club
Baloncesto Santa Marta. Con ellos, aunque no estuvimos todos,
conviviré un año más tratando de hacer mejores jugadores y
personas a todos los jóvenes que tengan a bien formar parte de esta
aventura. Será dura y divertida y lo digo con el temor de parecer
redundante. Huelga decir que la diversión procede del trabajo mismo,
de la sensación de fatiga, del sacrificio, del esfuerzo como fin y
no como medio de pago. Ah no, me dicen que no, que el estoicismo ya
pasó de moda, que la vida es breve, que hay que vivir el momento y
que no debe haber sacrificio sin premio ni caminos áridos y
pedregosos sin la promesa previa de un vergel en el horizonte. Y no
muy lejos. Trataré de conciliar ambas posturas.
Sea como fuere mi intención no es predicar, sino dar trigo (aunque escribir
no sea más que otra forma de predicar). Por eso mismo defiendo la
figura del entrenador como ejemplo. Y una forma de dar ejemplo es la
formación continua. Con esta idea viajamos a Madrid el pasado sábado
esperando recibir, con éxito en la mayor parte de los casos, nuevas
ideas y propuestas metodológicas para implantar en el club.
Sportforyou, un nuevo portal dedicado al baloncesto a cuyos valedores
deseo toda la suerte del mundo, reunió a varios de los mejores
entrenadores de cantera de la Comunidad de Madrid en un marco
incomparable, Magariños, la “Nevera” como conocen a la
instalación todos los alumnos y ex alumnos del Ramiro de Maeztu y,
por extensión, todos los aficionados de Estudiantes.
Javier
Fort, Paco Redondo, Ivo Simovic, José Luis Pichel y Sergio Jiménez
compartieron con nosotros algunas de las claves de su éxito dentro
de una programación que pretendía abarcar la totalidad de elementos
y contenidos que todo jugador debe aprender a lo largo de su proceso
de formación. Me gustaron especialmente la visión balcánica, y en
cierta medida clásica, del juego libre que aportó Ivo Simovic y el
abanico de gestos a trabajar en el juego interior que propuso José
Luis Pichel demostrando sobradamente que nadie les ha regalado el
puesto como entrenadores de alguno de los programas más ambiciosos
de nuestro baloncesto.
Así
se esfumó el sábado, entre apuntes y balones en el viejo aunque
remodelado Magariños pendientes, eso sí, de no abusar del tiempo y
el espacio de aparcamiento en Calle Serrano y alrededores (máximo
cuatro horas) ni de la dudosa hospitalidad de una ciudad que empieza
a adquirir la misma inquietante belleza que su alcaldesa ahora que
regresa septiembre y la vida vuelva a ser, y cito al gran Sabina,
un metro a punto de partir.
El
domingo fue aún mejor. Aunque sin muchos de los mejores jugadores de
la NBA, USA Basketball ha montado un equipo muy competitivo que
funciona como tal y que, si bien no enamora como aquel irrepetible
Dream Team de 1992 o como alguna reedición más cercana que incluía
a nombres como los de Kobe, Lebron o Durant, incluye a jugadores de
indiscutible talento. Bilbao acoge todos los partidos de la primera
fase y allí que nos plantamos unos cuantos amigos para disfrutar de
la exclusiva oportunidad de disfrutar del juego de tanta estrella de
la NBA junta. La experiencia no defraudó y es que el baloncesto en
directo te permite disfrutar de cada detalle con el máximo nivel de
realismo, sin el filtro de cámaras ni ondas. Así, a muy pocos
metros del parqué, pudimos disfrutar de la plasticidad de
movimientos de Stephen Curry, de la capacidad atlética de Anthony
Davis y de la vertiginosa velocidad con la que desplazan el balón en
el contraataque haciendo parecer pulgadas los 28 metros de largo de
la pista de baloncesto.
Muchos
creen que España puede ganar este mundial. Mi idea, después de ver
a Estados Unidos sufrir durante veinte minutos contra la defensa de
ajustes turcos es que la posibilidad es real, aunque pequeña. Nadie
duda de la ventaja interior de España, pero mucho me temo que el
nivel del perímetro, sobre todo en aspectos físicos, puede marcar
la diferencia. Será, si finalmente se da, una lucha por bajar
(España) o subir (USA) el tempo del encuentro, algo en lo que
siempre nos han ganado tanto en Pekín como en Londres, donde
anotaron 118 y 107 puntos respectivamente. Será, en caso de producirse esta final y más aún si se obtiene la victoria, sólo una
pequeña alegría para el baloncesto que quedará pronto sepultada
por la inercia futbolera de un país con una cultura deportiva que se
alimenta de programas amarillistas y que, en el mejor de los casos,
viaja al vaivén de los resultados.
Como
no me veo capacitado para hablar de badminton me despido deseándoos
un feliz regreso a la normalidad. La rutina nos protege contra lo
imprevisible, nos evita pensar demasiado y nos mantiene en un estado letárgico del que espero sacaros más a menudo con alguna
nueva entrada.
UN
ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
1 comentarios:
Esperaba algo más sobre el partido, pero me ha gustado.
Respecto a USA..., tengo dudas, no lo puedo evitar. No las tenía con la selección de Kobe, Lebron... (y España estuvo muy cerca, peleó hasta el final). Y esta selección de Estados Unidos es peor que aquella, en mi opinión.
Es cierto que la desventaja está en el perímetro, pero creo que tenemos al menos tres jugadores (sobre todo uno) capaz de competir en intensidad y ritmo con Rose, Curry, Harden... Ricky ha demostrado dos cosas este año: que tiene que mejorar muchísimo su tiro; y que roba, defiende y reparte juego a la altura del mejor base NBA. Llull también nos puede dar la agresividad y la velocidad necesarias y Rudy ha competido varios años al máximo nivel en la NBA.
Mi pronóstico es España - USA para la final, campeona España. Pero, y aunque haya quien se ría, tengo dudas de si USA llegará a esa final o tropezará en cuartos o semifinales (¡piscinazo!).
Dani Legend
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