Quizá
se trate sólo de piernas cargadas, de músculos oxidados y de falta
de ambición. Quizá. Lo cierto es que anoche, en el Polideportivo
Pisuerga, asistimos a uno de los peores partidos de la selección
nacional en los últimos seis años. A veinte días vista de que
empiecen los Juegos Olímpicos el equipo español echó de menos a
Rudy, que al menos calentó, y a Navarro, que ni siquiera se vistió.
Por
desgracia no se trató ni de Rudy ni de Navarro. Al jugador que más
extrañamos anoche en la atmósfera asfixiante del Pisuerga se llama
Ricky Rubio y de él sabemos que no se vestirá con la elástica de
la selección hasta el próximo verano. No lo hizo mal el jugador que
ha heredado la camiseta con el número seis. Es más, Sergio
Rodríguez fue uno de los mejores jugadores sobre el campo, el único
capaz de hacer algo diferente y de encontrar a los compañeros en las
mejores posiciones de tiro. Pero Sergio no es Ricky. No tiene su
estrella ni su capacidad para cambiar el ritmo de los partidos desde
la defensa a base de un incremento de la intensidad en la presión
sobre la bola o en las líneas de pase.
Pero
si nosotros le echaremos de menos, qué decir del seleccionador. Las
zonas presionantes que ensayó ayer contra Gran Bretaña serían
mucho más temibles con Rubio en la punta. Nadie en esta selección,
ni siquiera Víctor Sada, tiene la suma de velocidad de piernas y
envergadura de brazos que presenta sobre el parqué el genio de El
Masnou.
Espero
equivocarme y que se trate sólo de nostalgia, de amor incondicional
al ídolo. Deseo que de aquí a unas semanas se hable sólo de la
maestría de Navarro, del acierto en los triples de Rudy, del dominio
de la zona de nuestro trío NBA de interiores y, sobre todo, de la
perfecta dirección de juego de nuestros bases. España tiene mimbres
para volver a demostrar que es la mejor selección FIBA y la única
con opciones reales de discutir la supremacía del baloncesto
norteamericano.
Aun
así, desde mi asiento en la fila cinco del fondo alto sur del
pabellón, junto a los compañeros del curso de entrenador del que os
hablaré en breves fechas, no pude evitar mirar hacia uno y otro
lado, en todas las direcciones, sin dejar un solo rincón
inexplorado. Sólo vi gente correr... Y no estabas tú.
UN
ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
5 comentarios:
Creo que el partido contra Francia deja en evidencia este post.
Vuelves a pecar de exceso de idolotaría, resultando tu post un mero ejercicio de forofismo, sin rigor baloncestístico ( no sé si es por la falta de experiencia que comentan otros, no entraré ahí yo, pero podría ser)
FERNANDO
Cuando comienzan las preparaciones de los grandes torneos siempre el equipo necesita rodaje, no realiza su mejor partido. Y siempre se achaca esa falta de ritmo al base,generalmente, igual que en fútbol se achaca al motor del equipo, al Xavi de turno.Esto ha pasado siempre, desde el principio de los tiempos... He vivido eso más de 30 años.
Creo que has aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid ( y nunca mejor dicho) para colocarnos con calzador lo de Ricky
BURGOS
Obviamente dos partidos no son muestra suficiente, pero creo, muy a mi pesar, que echaremos de menos a este tipo, sobre todo en defensa.
Está claro que vamos a echar de menos a Ricky. Su defensa y su "imagen" hace que los americanos nos respeten un poco más creo yo. Y el equipo creo que jugaría más tranquilo con Ricky que con cualquier otro base. Esperemos que Calde y Sergio estén inspirados.
El equipo y Sergio Scariolo, UnKasZ, que ha demostrado en los últimos años que Ricky era su base para los minutos finales de los partidos. Pero sí, como bien dices, esperemos que tanto Calde como Chacho estén inspirados. Será imprescindible.
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