Es noviembre. Os habréis dado cuenta por lo temprano que anochece, por los cementerios tapizados de rosas y claveles o por los muertos vivientes que al grito de “truco o trato” siguen degradando las tradiciones hispanas en pos de una asimilación cada vez más inverosímil de todo lo anglosajón. Y sí, noviembre suele venir adornado de partidos en la alta madrugada, de sueños inscritos en un balón Spalding, de Apolos reconvertidos a jugadores de baloncesto. Sí, amigos, esta noche del martes al miércoles estaba previsto el arranque de la NBA.
Pero no será así. Como anticipaba en un caluroso (supongo) 31 de julio a través del post “Noches de teletienda” tanto jugadores como propietarios han hecho de su capa un sayo y ha sido imposible alcanzar un acuerdo. Por el momento sabemos que en noviembre no habrá liga y que será imposible completar los 82 partidos previstos. Nos queda disfrutar de los que están “haciendo las Europas” ya sea por amor al baloncesto (Tony Parker) o a la cartera (Rudy Fernández). No hay duda de que su presencia está contribuyendo a aumentar la calidad de los partidos en el viejo continente, al tiempo que se pone de manifiesto la distancia sideral que existe entre los baloncestos de uno y otro lado del charco. Pero no quiero meterme en estos barrizales pues no es éste el sentido de esta entrada.
Anoche, viendo una redifusión del Informe Robinson de este mes, disfruté muchísimo conociendo la experiencia del Partizán de Belgrado jugando como local en Fuenlabrada a consecuencia de una decisión controvertida de la FIBA que le impidió jugar los partidos de la primera fase de la Copa de Europa en la Sala Pionir de Belgrado alegando temas de seguridad durante el transcurso de la guerra serbo-bosnia. Sin embargo, fue el siguiente reportaje, relacionado con el alzheimer y con el modo en que los que padecen esta enfermedad gestionan sus recuerdos, el que me hizo acercar la silla a la pantalla y estremecerme sobre ella. Como podréis ver el fútbol actúa como nodo de unión entre sentimientos y recuerdos inconexos generando un estímulo al que el enfermo de Alzheimer reacciona bien evocando los recuerdos, bien dibujando una leve sonrisa.
Como homenaje a todos los que combaten con esta enfermedad que merma cada día y a pasos agigantados una de nuestras señas de identidad, nuestra memoria, y en homenaje, también, a esos seres queridos que ven cómo sus parejas, padres, abuelos o hermanos pierden facultades hasta el punto de dejar de reconocerlos, quiero presentaros los tres instantes baloncestísticos que, si por una fatalidad del destino fuera atacado por el Alzheimer, me gustaría recordar en presencia de mis hijos (si es que llego a tenerlos) al sonido de esas cuatro palabras mágicas que pusieron título y sentido a una de mis canciones favoritas. “Papá, cuéntame otra vez”.
Yo les contaría cómo burlé la vigilancia de mis padres, durante las madrugadas de junio de 2004 para poder ver en directo la final entre Los Ángeles Lakers y los Detroit Pistons (sonido Montes y Daimiel, qué privilegio) que debían coronar a Gary Payton y Karl Malone con su primer anillo de campeones. Y les diré que yo iba con Detroit, con esa máquina perfecta de defender y de jugar en equipo, con Wallace & Wallace en la pintura, Tayshaun Prince ridiculizando a Kobe, Hamilton levantándose en milésimas de segundo y con un Chauncey Billups que demostró que andando también se puede jugar al baloncesto siempre que entre sien y sien tengas un cerebro como el suyo. Y espero que mis amigos recuerden, también, cómo contra pronóstico, vaticiné que ganarían los Pistons, un equipo infravalorado por su menor atractivo, pero que acabaría barriendo a los Lakers por entender mejor el sentido colectivo del juego y por reconocer que el deseo que no viene acompañado de trabajo es mero capricho de adolescente.
Después desempolvaría mi camiseta con el número 34 de los Celtics, esa que jamás otro jugador volverá a llevar porque para entonces será pieza inamovible del Garden. Les hablaré de Paul Pierce y de cómo éste anotó 41 puntos en el séptimo partido de la Semifinal de Conferencia de 2008 ante la presencia de un gigante mitológico que después ganaría varios anillos (aquí me la juego) y que respondía al nombre de Lebron James. Éste anotaría 45, pero al final del partido no le quedaría más remedio que rendirse a la evidencia reconociendo que aquél era el año de unos Celtics que llevaban 22 años sin saborear la gloria.
Y acabaré embargado por la emoción y la rabia recordando el 24 de agosto de 2008, el día en que no quisieron que un modesto país ubicado en la Península Ibérica terminara con la hegemonía de la gran nación. Creo que nunca olvidaré a Lamonica, el árbitro italiano que impidió a una de las mejores generaciones europeas de baloncesto colgarse el oro olímpico. Aun así, no omitiré detalles de la lección que un adolescente le dio al maestro Kidd, de la impertinencia de un tal Rudy Fernández al machacar frente a Superman o a la clase y elegancia de un Pau Gasol que dominó el juego en el poste bajo. Aquél fue un día de sensaciones encontradas. Procuraré no olvidarlas.
Y así termina mi repaso por los tres momentos que más me han marcado como seguidor de baloncesto, los tres momentos que no quisiera jamás olvidar y a los que responderé siempre con una sonrisa un tanto melancólica si alguien, a modo de terapia, pretende metérmelos en vena. Concluyo invitándoos a seguir Informe Robinson, un programa que sirve como antídoto frente a toda la basura que nos vierten a través del televisor y a escuchar a Ismael Serrano en su canto nostálgico, en sus versos pesimistas sobre un hoy que no es muy diferente del ayer.
Ah, cómo no, os invito a que compartáis con todos nosotros aquellos momentos que nunca olvidaréis y que os gustaría compartir con vuestros seres queridos el día de mañana.
UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
9 comentarios:
comenta algo de la liga senior que empieza este fin de semana, como la ves?experiencias previas. equipos, jugadores, arbitros, organizacion...
Muchas gracias Juanjo
¡Que gratos recuerdos! En especial el de la derrota, una derrota memorable que nos hizo estar más orgullosos que nunca de nuestra selección :)
Con respecto al Alzheimer...preferiría morir cuando aún me quedara un poco de lucidez y acabar recordando con cariño este mundo antes de que mi identidad se fuera haciendo pedazos. Y, modestamente...sé de lo que hablo, y lo que significa ese terrible dolencia :(
Ismael Serrano...bueno, su primer disco es pasable jejeje pero te añado otra canción, por si te place.
http://www.youtube.com/watch?v=akr-Nyl3MM8
Un abrazo :)
La nostalgia es algo que se añade como una calcomanía al aficionado de baloncesto. Hasta Woody Allen, un confeso seguidor de los Knicks, nos da un viaje por eso de 'el tiempo pasado siempre fue mejor' en Midnight in Paris'. Mis recuerdos de antaño llevan pantalones que marcaban paquetes y jugadores con barba, pero si tengo que quedarme con un instante es el del triple de Paxson en las finales ante Suns (93). Salté como un resorte del sofá y del grito desperte a mis padres mientras cantaba eso del Bule, bule... bule, bule (vesión maña).
Saludos desde Puertatras
Alzheimer, es una enfermedad de la que un amigo mío la está sufriendo en sus carnes a través de su padre... nadie puede imaginar lo que es ver a un ser querido así!
La final olímpica fue un autentico robo, de haber tenido árbitros imparciales, estoy convencido de que hubiésemos ganado. Hay que recordar que uno de los árbitros de esa final, con el paso de los meses renocio que no arbitraron como deberían haberlo hecho.
Momento que nunca olvidaré, por ejemplo el triple de Alberto Herreros que le dio al Madrid el titulo de liga, los últimos 50 segundos de aquella final Utah-Bulls en la que Jordan demostró como dominaba el juego. El juego del genio de Sibenik Drazen Petrovic...
He introducido dos nuevas secciones en mi blog. El Rincón de Himar Ojeda y el Rincón de Pablo Martínez en las cuales podéis enviarles vuestras preguntas... os dejo los enlaces por si queréis participar
http://tinyurl.com/6ajcr3z
http://tinyurl.com/5wyp9vo
Hola a todos! Referente a una parte del artículo, estoy en total crisis personal por el hecho de ayer ver a niñas/niños, por las calles de Pollença (Mallorca), celebrando Hallowen como si fuese la más tradicional de las fiestas del pueblo, y sin embargo, no tienen ni idea de como se hace para saber un año tras otro, cuando cae semana santa, o simplemente, cuando es la feria del pueblo, pero vamos....no es ese el tema principal, pero ahi queda dicho.
Mi primer recuerdo referente al baloncesto, no tiene que ver, ni con la NBA ni nada, fue, simplemente, un 6 de enero, cuando mi tio, me regalo un balón de baloncesto (juego al que aun no jugaba) firmado por Antonio Diaz Miguel (personaje al que no conocia) y desde ahi, hasta hoy. Comparto con JordanyPipen, el recuerdo de la final Madrid-Tau o Tau-Madrid por el triple de Herreros, pero mas que el triple de Herreros, me acuerdo del saque de fondo de Splitter, que años después dominaria la liga ACB. Espero que nunca se me olvide esa sensacion de ver como un fallo que le costo un campeonato a su equipo, fue la antesala de una mejora bestialpara un club.
En el 97 sacó Ismael Serrano esa canción y tu apenas tenías...Me sorprende que te guste esta canción, ummm.
No se si sufrirás de Alzheimer cuando seas mayor,ojalá que no, pero desde luego que ahora disfrutas de una memoria prodigiosa.
No tengo recuerdos de jugadas concretas o de partidos al nivel del que hablais en este blog.
He de reconocer que me viene grande.
Pero si recuerdo ir detrás de esos jugadores hasta aburrirles para conseguir su autógrafo, ese que tu no quieres y que yo no encuentro. ¡uff, la edad!
Para mi, como era de esperar....
Todos y cada uno de los partidos de Jordan, donde no dejé de aprender con cada gesto o movimiento.
Los ALL STAR de los 90, donde se iba a ganar, no a hacer en un pasillo. Defendiendo a toda pista y con marcadores de 3 cifras igualados. Con piques memorables entre Malone y Barkley, Jordan y Magic, Ewing y Olajuwon...
Las finales de los 90, con espectáculo e inteligencia. Con duelos apasionantes (Isiah-Magic, Jordan-Drexler, Malone-Rodman), y defensas de calidad.
Pero si tengo que quedarme con 3 recuerdos especiales, me quedo con:
1- El Dream Team, donde cada partido era inolvidable, la perfección baloncestística en cada partido, y que jamás se repetirá.
2- El regreso de Jordan con los Wizzards, sí con 40 años, por debajo del nivel acostumbrado y con un equipo de paquetes infinito que no logró alcanzar un nº de victorias decente, sí. Pero hizo soñar a un montón de aficionados, con su regreso, nos dio partidos de ensueño (51 pts con 49 años o 41pts con 40 años), logró jugadas memorables (aquel tapón o los game winners o la canasta que provocaría la prórroga del ALL STAR del 2003). Y porque nos regaló "por amor al basket" y desinteresadamente (donó TODO su sueldo a los afectados por el ataque del 11s), sus últimos minutos, movimientos y carisma por 2 temporadas más. A mi personalmente me hizo volver a seguir y jugar el basket (lo había dejado durante casi 2 años).
3- Y finalmente las finales del 93, donde 2 amigos se enfrentaban en un pique monumental por el anillo. Sir Charles y MJ. Partidos donde ambos anotaban más de 40 y donde MJ batió el record de anotación de una final con un promedio de más de 43pp. Con partidos donde los grándes como Majerlee, Danny Ainge o Pippen complementaban el espectáculo.
¡Tres son muy pocos!.
Haciendo un poco de memoria y cronológicamente, estos son algunos de mis mejores recuerdos baloncestisticos.
- Los tiros libres anotados por B. Jackson en la final de la Recopa de 1984 contra el O. de Milan.
- La Cibona de D. Petrovic.
- F. Martín y la NBA.
- El fichaje de D. Petrovic.
- La Recopa del 92 con esa canasta imposible de R. Brown.
- Sabonis y la C. de Europa del 95.
- La liga del 2000 en el Palau.
- La liga “del triple de Herreros” en 2005.
- La ULEB del 2007 con J. Plaza.
Y eso solo del Madrid. Por no hablar de la NBA y los duelos Lakers-Celtics, el “Showtime”. Los Pistons. M. Jordan Vs. D. Wilkins y los All-Stars “de verdad”. Los Bulls. El “Dream Team”. Las aventuras y desventuras de mis Nuggets… . Y sin olvidar a P. Gasol y el resto de jugadores nacionales.
O sobre la Selección con la plata de Los Angeles y Pekín. El Mundobasket del 86. El Oro de Japon, la ÑBA. Y como no, el “Angolazo” del 92 y el “Chinazo”.
Demasiados recuerdos, buenos y malos, como para elegir solo tres.
@anónimo. Recojo el guante.
@Explorador. Comparto tu opinión sobre Ismael Serrano, pero esta canción en concreto me gusta mucho.
@Sraly. Gran momento aquel. Enorme lectura de juego de Jordan y qué acierto tenía el señor John Paxon.
@JordanyPippen. Pues mucho ánimo para tu amigo y para todos los que padecen en sus carnes esta enfermedad. Y animo a todo el mundo a visitar tu blog y plantearle preguntas a estos grandes conocedores del baloncesto.
@Tofol. Bonito regalo para introducirte en este deporte. Y sí, aquella actuación de Splitter no la han olvidado aún en Vitoria.
@Chus. Bueno, es una canción muy entrañable. Eras toda una fan.
@Javipalao. Está muy bien ser un fanático de Jordan, pero te diría que hubo y habrá baloncesto sin él de muy buen nivel. No hay que encasillarse jeje.
@LaFura. Pues sí, tres momentos son muy pocos. Te compro todos los momentos que mencionas acerca del real Madrid y te uno, porque no lo sabía, al grupo de amigos míos que son de los Nuggets (y son unos cuantos aunque no alcanzo a dar crédito jeje)
Gracias a todos.
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