Sólo hay dos ÑBA





 El debut en un Eurobasket suele ser complicado (como suele ser habitual en torneos de esta índole), puesto que los jugadores llegan a la cita cargados de ansiedad para disputar el primer partido. Ansiedad, que por otra parte, en algunos jugadores puede llegar a límites insospechados, ¿verdad Ricky? ¿verdad Calderón? ¿verdad San Emeterio?... así hasta incluir a todos los jugadores exceptuando al dúo Navarro y Pau y en menor medida al menor de los Gasol, Marc. El resto para los leones.

España empezó muy fría y la primera canasta de nuestra de selección llegó tras dos tiros libres convertidos por nuestro jugador franquicia, Pau Gasol. La tónica general del primer cuarto fue el intercambio de canastas por parte de ambas selecciones sin que España consiguiera una ventaja amplia, para la diferencia de calidad que existe entre ambos equipos.

Ya en este primer cuarto, se pudo comprobar, que el tan avivado debate sobre la falta de un autentico 3 en esta selección sigue en el candelero, Kelati hizo y deshizo a su antojo ante sus defensores.Gasol seguía remando para los nuestros y al finalizar el primer cuarto se llegó con un marcador de 22-15 a favor de nuestra selección.

En el segundo cuarto, con la segunda unidad en pista (¿volveremos a las andadas con esta unidad como en el pasado Mundial?), Polonia nos endosó un parcial de 4-0, para dejar un marcador de 22-19. Fue entonces, cuando Sada entró por Ricky y el equipo cogió otro aire, otra velocidad y sobre todo ese puntito más en defensa. Se me antoja fundamental en el aspecto defensivo la presencia en cancha de Sada e Ibaka. Con ellos el equipo parece otro. Con ambos en pista, España desplegó su mejor juego e hizo que nos fuéramos al descanso con la mayor renta del partido 44-31.

Tras la reanudación, Scariolo introdujo cambios con respecto al quinteto titular (algunos obligados por la baja de Rudy aquejado de una alergia) y saltaron a la pista Ricky, San Emeterio, Navarro, Pau y Marc. España durante el tercer cuarto jugaba al tran-tran, como si la cosa no fuera con ellos y se limitaban a mantener la ventaja en marcador, jugando a hacer la goma.

Pero ya se sabe lo peligroso que puede llegar a ser infravalorar a tu rival y jugar, como decía, con el marcador, ya que cuando quieres darte cuenta el rival te va acortando distancias en el marcador punto a punto, hasta que llegas a un final apretado y te preguntas ¿qué ha ocurrido? Al final para los nuestros no ha ocurrido nada, puesto que con suspense y susto nos hemos llevado la victoria (83-78), pero los aficionados nos hacemos varias preguntas:

  • Entre los 3 bases del equipo 0 puntos. Nuestros bases no han mirado apenas el aro, y de seguir así las selecciones rivales no tardarán mucho en flotar a Ricky, Calderón y Sada y centrar su defensa en otros hombres más importantes, mejor dicho en los dos hombres importantes: Navarro y Pau.
  • Hoy un jugador llamado Kelati (18 puntos + 7 asistencias) nos ha descubierto todas nuestras vergüenzas en la posición de alero. Ha podido con todos y cada uno de sus defensores: San Emeterio, Rudy, ¿Llull? ¡¡¡Jugando de 3!!! y Claver que se juró y perjuro que jugaría de 4 abierto y a última hora parece que jugará de 3.
  • No tenemos segunda unidad, nadie aporta los puntos necesarios saliendo desde el banquillo.
  • Ibaka, ¿por qué ha jugado tan poco? Su intimidación y capacidad reboteadora se me antojaban básicos durante el último cuarto cuando el sol más apretaba.
  • Con lo bien que nos están vendiendo la ÑBA, ¿por qué al final siempre son los mismos los que tiran del carro? Batman y Robin (Pau y Navarro), será que ¿no somos tan ÑBA como quieren vendernos?
Una última reflexión, ¿no debería haber sido Scariolo el último descarte en lugar de Suárez? Porque nuestra selección no juega a nada, ni en defensa ni en ataque y el tema de las rotaciones es ya de traca... Scariolo, ¡¡¡háztelo mirar amigo!!!

Crónica elaborada por JordanyPippen en el marco de una colaboración entre blogs y que también podéis leer aquí

Los zapatos en la ventana





No sabéis la insana envidia que me provocan las inocentes miradas de los niños cuando en la víspera de Reyes acuden a las diferentes cabalgatas para ver a los magos de oriente repartir caramelos subidos a unas carrozas que, como todos sabéis, eran los medios de comunicación más usuales en tiempos de Jesucristo. Sin embargo, como no se trata de un post navideño fuera de tiempo, obviaremos estos pequeños detalles.

Mañana es Navidad. Perdón, mañana comienza el Eurobasket y, para muchos de nosotros es como si llegaran los reyes o Papá Noel. A través de apuestas, porras, supermanagers o tomando unas cañas con los amigos hemos dejado constancia de nuestros particulares deseos de cara a las dos semanas y media que se nos vienen encima.

Para nuestra fortuna el roscón viene cargado de regalos. Estad alerta porque entre la nata y el bizcocho os podéis encontrar con una asistencia mágica de Jasikevicius, con una penetración imposible de Tony Parker, con un mate en transición de Luol Deng o con un tiro fabricado de la nada por Teodosic.

De cara a evitar los excesos típicos de estos días tan especiales, entrenadores de la vieja escuela como Dusan Ivkovic (Serbia) o Boza Maljkovic (Eslovenia) tratarán de controlar al más mínimo detalle todo lo que ocurra a lo largo de la cena. Os aseguro que no os gustaría tenerlos como suegros y que el Robert De Niro de Los Padres de Ella os resultaría una grata compañía comparado con ellos. Otros como Blatt o Dirk Bauermann, más motivacionales, llevarán la batuta cuando sea el turno de los villancicos.

Siento decíroslo niños, sé quién es Papá Noel y os lo voy a contar. Dejad de leer si no queréis un despertar a la edad adulta demasiado doloroso. Sin embargo, os puedo asegurar que su verdadera identidad no os va a decepcionar. Y es que si hay alguien en el baloncesto que, con unos pocos renos y un trineo, sea capaz de regalarnos una noche memorable ése es Dirk Nowitzki. El 41 de los Mavericks estará en Lituania demostrando el amor que siente por los colores de una nación que, a pesar de arrastrar un pasado turbulento, no se pregunta cada día ante el espejo quién es y en cuantos estados se subdivide. Y si Merkel es la que va prestando dinero a todos los mendigos europeos, Dirk asumirá el papel de acaparador en una selección muy floja a nivel técnico salvando a Kaman y el propio Nowitzki.

Si Papá Noel es alemán y no finés como nos habían vendido siempre, los Gasol e Ibaka no pueden ocultar su parecido con los tres reyes magos. Si en el texto bíblico los sabios ofrecían al Mesías oro, incienso y mirra, los tres magos del baloncesto ofrecerán anotación, intimidación, rebote y asistencias al perímetro. Del mismo modo en que la tradición de celebrar el día de Reyes es puramente hispana, también jugarán por España Los Melchor, Gaspar y Baltasar del Eurobasket. Ellos, con la ayuda del resto de compañeros pretenden llenar nuestros zapatos con un nuevo éxito de un baloncesto, el español, que presenta un estado tan saludable que, hasta dos días antes de que comenzara el gran campeonato de selecciones de este año, hemos estado discutiendo sobre quién debía ser el decimosegundo hombre de la rotación, sobre la idoneidad de la pretemporada o sobre el estrambótico fichaje de Rudy Fernández por el Real Madrid.

Finalizo con una serie de recomendaciones para vivir intensamente estos 19 días de baloncesto.

A. Trata de evitar las palomitas o los helados. Ver el Eurobasket no debe implicar, necesariamente, coger diez kilos. Prueba con los sandwiches de pavo o con frutita.

B. Si eres jugador toma buena nota de cómo ejecutan los diferentes movimientos los mejores jugadores del continente. Si hay una forma imperecedera de aprendizaje ésa es la imitación.

C. Participa en el CHAT de un blog amigo durante los partidos de España y queda con los (las) colegas al acabar la jornada para comentar lo sucedido.

D. Visita este blog con asiduidad y deja un comentario con tus impresiones acerca de lo acontecido. Ah y si quieres aún puedes participar en la liga privada del blog del Supermanager. Ya sabéis Individual o Zona con contraseña billrussell.

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

No hay problema sin solución





Pulsando estos últimos días el sentir de la afición, he podido comprobar a través de diferentes foros, webs o blogs dedicados al baloncesto que existe un moderado temor a que se repita el mal resultado del pasado Mundial de Turquía. Bastaría con constatar las diferencias entre ambas plantillas y estados de forma para saber que estamos ante un campeonato muy diferente, ante un equipo mucho más potente y ante un reto mucho más atractivo con Londres en el horizonte.

Sin embargo, creo que mejor que poner en la balanza las diferencias entre la España de 2010 que fracasa en Turquía y la de 2011 que promete vencer con claridad en Lituania resultará mucho más interesante anticiparnos a lo que puede suceder a partir del miércoles. Y lo que puede suceder, no nos engañemos, es que las selecciones contrarias nos plantearán toda una serie de trampas habida cuenta de nuestra presunta superioridad. Sin embargo, mi tesis es que para cada problema que nos planteen los rivales nuestro entrenador cuenta con una plantilla lo suficientemente amplia como para responder con una solución.

Supuesto 1. Las selecciones contrarias utilizan todos los medios que les proporciona el reglamento (cuatro faltas que no son de tiro, posesiones al límite de los 24 segundos) así como la fortaleza de su rebote ofensivo, para reducir al mínimo nuestro número de posesiones ralentizando, de paso, el ritmo del partido. El mejor ejemplo de que esta estrategia puede hacernos sentir incómodos fue la final del Eurobasket de 2007 que perdimos tras el canastón de Holden. Sin embargo, desde entonces sí que hemos cambiado. Siendo agresivos en líneas de pase es posible que con ladrones contrastados como Rudy, Ricky o Llul nos convirtamos en uno de los equipos con más robos de balón del campeonato. Ello, junto con el poderío reboteador de Ibaka y Pau (que si en estándares NBA no pasa por ser más que un correcto reboteador, en baloncesto FIBA es uno de los mejores) nos posibilitará correr la pista y ser letales en el contraataque.

Supuesto 2. El problema del alero alto. Supongamos que jugadores como Batum, Deng o Turkoglu pretenden hacernos daño en el poste teniendo en cuenta que no disponemos de ningún jugador de esas características y dado que Víctor Claver parece haber sido convocado para jugar minutos (contados) como ala-pívot. En los últimos partidos el seleccionador ha probado con diferentes tipos de zona, incluida una de los clásicos de entrenadores como Aíto García Reneses o el propio Sergio Scariolo, la 1-3-1 con Ibaka como "último hombre". Todas las zonas tienen un punto débil, pero también pueden posibilitar que el número de errores del rival se multiplique.

Supuesto 3. Los rivales nos plantean defensas zonales cuando Ricky esté de base y Navarro o Rudy en el banquillo. Imagino que Sergio Scariolo procurará que Ricky coincida mucho tiempo en pista con nuestros mejores tiradores porque el hecho de tener jugadores abiertos convierten al genio de El Masnou en un jugador mucho más letal. Es posible que, siguiendo el ejemplo de Obradovic en la Euroliga, incluso en defensa individual el jugador que defiende a Ricky pase de tercero los bloqueos. Aun así, creo que lo que aporta Rubio en defensa de líneas de pase y en el juego en transición es mucho más de lo que nos puede restar en otras facetas (tiro exterior, poco cuidado del balón). Además, el hecho de contar con tres bases que se complementan tan bien nos permitirá mostrar diferentes propuestas de juego que se adapten a cada situación de partido.

Supuesto 4. Cómo solucionar un mal día en el tiro exterior ante una defensa que se centra en las ayudas a nuestros jugadores interiores. Defensa y contrataque. Tiro de tópico para recordar que si un buen ataque gana partidos, una buena defensa gana campeonatos. Si estamos obtusos en el lanzamiento y nuestros pívots se hallan bien defendidos habremos de bajar el culo en defensa, forzar malos tiros o pérdidas de balón y jugar en transición. De igual manera, ante el temor existente de la ausencia de un cuatro abierto que posibilite el juego en el poste bajo de Pau, Marc O Serge yo les diría que los jugadores inteligentes saben moverse en la pista y asociarse entre sí. Confío en el juego de triangulación y de high-low (poste alto-poste bajo) entre nuestros pívots que nos ha de convertir en uno de los equipos que más anoten dentro de la zona.

Supuesto 5. Todo sale mal. Los pívots fallan bajo el aro, los escoltas no meten un tiro abierto y los bases, como es más lógico, tampoco logran anotar demasiado. Nuestra segunda unidad no aporta, nos acordamos de Suárez, mentamos a la madre de Scariolo y a toda la familia de José Luis Sáez. Solución: Inexistente porque ni se contempla tal supuesto. Con tres bases de garantías de diferentes características, con exteriores de la talla de Rudy, Navarro, San Emeterio o Llul y con el mejor juego interior del campeonato capaz de anotar en transición, rebotear, anotar jugando de frente y de espaldas al aro, con buena mano y con gran poder de intimidación no puede salir todo mal. Y si sale, siempre nos quedará la defensa, la misma que nos falló en Turquía y que nos debe hacer, en esta ocasión, imbatibles.

Yo no tengo dudas, ¿y tú?

Para finalizar me gustaría, a modo de recordatorio, invitaros a participar en la liga privada del blog del Supermanager Eurobasket de la página oficial de la ACB con nombre "Individual o Zona" y con contraseña "billrussell" y, también, que os paséis por la liga de un buen amigo con nombre "El Blog de JordanyPippen" con contraseña "jordanypippen".

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

Verano del 99




Han pasado doce años, doce largos años. Por aquel entonces nuestro país crecía económicamente y en Sevilla se preparaban para albergar el Campeonato del Mundo de Atletismo en el que Michael Johnson batiría la plusmarca de los 400 metros. Ahora nuestra nación le debe dinero a todo el mundo y el Mundial de Atletismo lo tendremos que ver en Eurosport. Sí que hemos cambiado sí. 

En el plano personal yo era un chavalín a punto de cumplir doce años que aún concebía a las chicas como un incordio y a las chapas como el juego más ingenioso jamás inventado. En el ámbito "cultural" Matrix y el Sexto Sentido arrasaron en las carteleras y la canción del verano fue Mambo Number Five del mítico Lou Bega. Eso sí, la canción que yo más escuché fue la de "mándame un email que te abriré mi buzón". Ni facebook, ni twitter. Es más, creo que todavía llamábamos al timbre de la casa de los amigos para ver si bajaban al parque.

Aquel verano y por última vez hasta la fecha, el Eurobasket se disputaba justo después de que terminaran las competiciones de clubes. Sí, en junio. Recuerdo muy bien cómo el segundo partido de la fase de grupos ante Eslovenia fue emitido en diferido porque estaban pasando en la 2 el debate sobre el estado de la nación. La selección estaba entrenada por Lolo Sainz que llevaba como segundos a Imbroda y Aranzana.

Las expectativas eran más bien bajas pues a pesar de haber finalizado quinta en el Mundial de Grecia de 1998, nuestra selección parecía muy inferior a otras como Yugoslavia, Croacia, Lituania, Francia o la propia Eslovenia que llegaba con un Nesterovic que triunfaba en Bolonia. Tiro de memoria para recordar aquella plantilla.

Bases: Nacho Rodríguez, Iván Corrales y Nacho Rodilla
Escoltas y aleros: Alberto Herreros, Carlos Jiménez, Rodrigo de la Fuente, Roger Esteller y Alberto Angulo (pensaba que había estado Paraíso, alero estrella del Cáceres, pero no).
Pívots: Alfonso Reyes, Iñaki de Miguel, Roberto Dueñas e Ignacio Romero (para acordarme de éste he tenido que documentarme).

Alberto Herreros era el líder indiscutible, mientras que nuestro juego interior titular lo conformaban dos hombres que superaban los dos metros de manera muy apurada. Eso sí, lo de "qué huevos tienes Felipe" era igualmente aplicable para su hermano Alfonso, un zurdo de movimientos exquisitos en el poste bajo. Dueñas era un 2,21, pero su escasa movilidad le impedía defender a pívots más rápidos. Nuestros bases se complementaban a la perfección pues si Nacho Rodríguez era todo temple y oficio, Iván Corrales era un asistente genial con capacidad para reventar un partido desde el 6,25. Alberto Angulo no atravesaba su mejor momento, mientras que Carlos Jiménez ya jugaba como titular pese a ser aún muy joven.

En la primera fase vencimos a Hungría, perdimos con Eslovenia en el partido de las tantas de la madrugada y ganamos en un partido igualado a la Rusia de Panov y Babkov. Nos plantamos con dos victorias en la segunda fase y en ella fuimos apaleados por la Francia de Rigadeau, Risacher o Bilba y por la Yugoslavia de Danilovic, Bodiroga, Divac, Tomasevic, Rebraca,... En fin, todo según lo previsto. En el último partido ganamos a Israel a la hora de la sobremesa y hubimos de esperar a que Francia ganara a Eslovenia horas más tarde para sabernos clasificados. Un puto milagro, vaya.

Pongámonos, pues, en situación. Y es que la España de 1999 no se parece a la de ahora. Al baloncesto jugaban los cuatro patosos que no sabían jugar al fútbol, dos tipos raros que pasaban las noches con unos tales Montes y Daimiel y algún autista que encontró divertido eso de tirar una bola al aro. Vamos, que entre exageración y exageración pretendo decir que era mucho menos popular de lo que es hoy en día. No se sabía nada de la NBA, lo de la ÑBA ni se planteaba y de Gasol sólo se hablaba en la cantera del Barcelona para decir que jugaba en el mismo equipo que Navarro. Los periódicos le reservaban una de las cuatro últimas páginas. Pero vaya, que estábamos en cuartos, en los entonces míticos cuartos de final que se habían convertido en una barrera infranqueable para todos nuestros equipos nacionales. Jugábamos contra Lituania, contra un Sabonis que prometía arrasar la zona al más puro estilo King Kong.

Y sabrá Dios cómo ocurrió, pero ganamos aquel partido. Bueno, lo sabe Dios y lo sabemos todos los que aún lo recordamos. De Miguel le hizo un traje en ataque a Sabonis sacándole cuatro tempraneras faltas que le tuvieron fuera del partido durante largos períodos de tiempo. Aun así por Lituania jugaban un imberbe Jasikevicius, un tal Stombergas, Karnisovas,... Podéis ver aquí la crónica publicada por Marca en la que palabras como milagro o imposible se suceden sin remisión. Al final 74-72 y a vernos las caras con Francia en semifinales.

Como os había contado Francia nos había vapuleado en el partido de la segunda fase. Aun así, el hecho de haber vencido a Lituania tras haber llegado a cuartos de final de rebote espoleó la confianza de los nuestros, quienes se creyeron con capacidad para conseguir la hazaña. Y aquel, recuerdo, fue el mejor partido del campeonato con un Herreros (29 puntos) de nuevo en plan estelar. 16 años después del Europeo de Nantes España regresaba a una final que le enfrentaría a una sorprendente (en realidad no tanto) Italia que vencería a Yugoslavia en la segunda semifinal. 

Quizá, mi memoria no me alcanza, algún diario deportivo empezara a llevar entonces, en portada, el logro de la selección. Más que nada porque era julio y no había fútbol. Pero bueno, no importaba, a los que nos gustaba el baloncesto nos sobraba con poder ver las exhibiciones anotadoras de Herreros, el saber estar de Nacho Rodríguez, la defensa de De la Fuente o los movimientos interiores de Alfonso Reyes. Y al ser Italia la rival, para qué nos vamos a engañar, empezamos a soñar con el primer oro de la historia de nuestro baloncesto.

Pero no pudo ser. Aquella Italia era un auténtico equipazo. Al más puro estilo catarí sus dos mejores jugadores no habían nacido en la Península Itálica. Un escolta de londres, Carlton Myers, y un ala pívot esloveno, Gregor Fucka, eran los referentes de una selección, la transalpina, que además presentaba a Alessandro de Pol en el ala, a Alessandro Abbio como base y al hijo de Dino, Andrea Meneghin como martillo pilón desde el perímetro. Algunos nombres os resultarán familiares pues jugadores como Marconato o Basile ya daban sus primeros pasos como internacionales. Y no hubo partido. El resultado de 56 a 64 es engañoso pues las opciones fueron en todo momento remotas. Italia se mereció el triunfo y Fucka, por más que nos pesara en su momento, fue el justo vencedor al trofeo de mejor jugador. Eso sí, Herreros se erigió como máximo anotador del campeonato tras promediar más de 19 puntos por encuentro. 



Fue aquélla la historia de un éxito inesperado, de un equipo modesto que encontró el camino tras verse con los dos pies fuera del campeonato. Sin embargo, aquella generación de jugadores pronto sería reemplazada por unos juniors que tres semanas más tarde se alzaron con el oro sub 20 tras vencer a Estados Unidos en la final de Lisboa. El fracaso en los Juegos de Sidney fue el canto del cisne para muchos de estos hombres. La llegada de la nueva ornada, de los Gasol, Navarro, Raúl López y compañía, implicó un relevo generacional al que sólo resistiría en el largo plazo Carlos Jiménez. Sin embargo, para muchos de los que formaron parte de aquella selección, el del 99 fue el mejor verano de sus vidas.

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

Los doce de Lituania



Si ha habido en la historia del cine una película bélica que ha conjugado de manera casi perfecta el humor y el drama ésta ha sido "Doce del Patíbulo". Y si hay una escena que identifica a esta cinta es la de los condenados a muerte recordando paso a paso el plan con el que tratarían de hacer volar una residencia nazi justo al albor del Día D, misión por la que su pena fue conmutada. Eso sí, sólo tres sobrevivirían.

Así, toda vez sabido que Carlos Suárez será el descarte y haciendo un ejercicio de sugestión para imaginar a Sergio Scariolo en el lugar del Mayor al que interpretaba tan deliciosamente Lee Marvin, yo os invito a pensar en nuestros doce héroes en una situación semejante, con el seleccionador apuntando sobre una pizarra y los nuestros repasando el plan de acción de manera coral (os sugiero ver el vídeo antes o incluso al tiempo de la lectura del diálogo. ). 



Sergio Scariolo (discurso literal de la película a partir del segundo 35 del vídeo con acotaciones personales para dotarlo de sentido): La principal misión (ganar el Europeo) está aún por cumplir y si fallamos en ella os aseguro que (los periodistas) no nos van a dar tiempo para contarlo. Hasta ahora (la preparación), todo fue un juego (y un negocio para la federación) pero a partir de mañana (quien dice mañana dice cuando empiece el Eurobasket) ya va a ir en serio y si quieren saber lo serio que es les diré que, en mi opinión, muchos de ustedes no volverán (se quedarán haciendo giras hasta que se resuelva el lockout o habrán hecho tal ridículo que se les retirará el pasaporte). Pero no tiene sentido lamentarse por eso, ¿verdad? el ejército (la federación), nunca les tuvo cariño, pero al menos se ofrecieron voluntarios (e incluso alguno ha reclamado la nacionalidad habiendo nacido en el Congo y trabajando en Estados Unidos) algo que yo no hice (tuvieron que pagarme una pasta y además permitirme trabajar en un club al mismo tiempo). Sargento Orenga...

(Todos se lamentan porque toca repasar un plan que ya han revisado en multitud de ocasiones)

Sergio Scariolo. Ya sé. Ya sé que hemos hablado de esto un millón de veces pero siempre hay algo que puede salir mal y hay que estar preparados para improvisar (ya que yo, Sergio Scariolo, no lo estoy). Repasemos el plan de ataque. ¡UNO!

Todos: Llegamos a Vilnius por la terminal uno.
Scariolo: ¡Dos!
Todos: Nuestros rivales están acojonados.
Scariolo: ¡Tres!
Todos: Calderón y Ricky suben la bola.
Scariolo: ¡Cuatro!
Todos: Navarro y Rudy penetran con mucho teatro.
Scariolo: ¡Cinco!
Todos: Claver desde el banquillo anima con ahínco.
Scariolo: ¡Seis!
Todos: El seleccionador protesta a los árbitros sin despeinarse.
Scariolo: ¡Siete!
Todos: Marc Gasol se ocupa de los rebotes.
Scariolo: ¡Ocho!
Todos: Ibaka machaca el aro sin piedad.
Scariolo: ¡Nueve!
Todos: Felipe y Sada dan minutos de descanso.
Scariolo: ¡Diez!
Todos: Si ponen una zona jugamos "puño 1" y "2 lado"
Scariolo: ¡Once!
Todos: Si llegaran en contraataque San Emeterio aguarda quieto como una estatua de bronce.
Scariolo: ¡Doce!
Todos: Pau mina la zona si nadie le reconoce (y le hacen dobles y triples ayudas)
Scariolo: ¿Dónde estará el pato Donald (mensaje en clave para referirse a José Luis Sáez)?
Navarro en condición de capitán: Aguardando quieto en el palco para llevarse los honores.
Scariolo: Procure que no le eche el ojo a ningún otro entrenador lameculos o lo pasaré mal. ¡Trece!
Todos: Navarro lanza una bomba si nada le entorpece.
Scariolo: ¡Catorce!
Todos: ¡Hora cero!
Scariolo: ¿Y qué ocurre?
Todos: Partido igualado, se la damos al nuevo.
Scariolo: ¡Quince!
Todos: Penetra Llul con astucia de Lince.
Scariolo: ¡Dieciséis!
Todos: Salimos todos corriendo o nos rodeará la prensa y se le calentará la boca a Marc Gasol.
Scariolo: Y machaquen a todos los defensas que puedan.
Rudy: ¿Nuestros o de ellos?
Scariolo: Empiecen por los de ellos si no les importa.

Y diecisiete. Regresad ganando el campeonato de Europa mostrando, si es posible, un juego dinámico y agresivo. Demostrad que sigue existiendo en el vestuario la química que os ha hecho grandes. Hacednos soñar de nuevo recordándonos que también sabéis llorar de alegría, que no sois máquinas de las que ignoran la posibilidad de la derrota. Desde luego, desde este blog os animaremos en todo momento y hasta el final. Eso sí, esperamos que esa hora cero y ese día D coincidan con el 18 de septiembre de 2011, con una fecha que nunca olvidaremos.


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De repente el último verano




Que me perdone Tennessee Williams, allá donde esté, si este post no está a la altura de la fantástica obra de teatro (llevada al cine por Joe Mankiewicz) de la que tomo prestado su título. No es una licencia, es más bien una necesidad y es que no tengo mejor manera de encabezar esta entrada dedicada al verano de 2010, al último verano previo al actual y en el que la progresión de Ricky Rubio pareció verse quebrantada.

Para el joven de El Masnou todo parecía ir cuesta abajo. Precoz en su debut profesional, en ser convocado con la selección y en ser el base titular de la misma, antes del verano de 2010 Ricky ya había conseguido una Eurocopa de la Fiba y una Copa del Rey con el DKV Joventut, otra copa y la Euroliga con el Regal Barcelona y una plata olímpica y un oro europeo con la selección absoluta. Por entonces ya había sido elegido en el número cinco del Draft (podía haber sido número 2 de no haber sido por el mal asesoramiento de Dan Fegan, su representante, que le llevó a despotricar sobre varias franquicias, entre ellas Memphis) de 2009 por un equipo que si bien no es el más atractivo de toda la NBA sí que ha apostado firmemente por el joven jugador.

Un 9de agosto de 2010 escribía en este mismo blog alabando las características de Ricky, un base que, nunca lo he ocultado, me encanta por su calidad innata y por ser el, para mí, mejor lanzador de contraataques de cuantos han nacido en nuestro país. Desde entonces, y a causa de su pobre actuación en el Mundial de Turquía tanto a Rubio como a mí nos empezaron a llover críticas, merecidas, por su juego y por mi confianza ciega. Lo cierto es que la lesión de Calderón le hizo jugar un rol para el que, con 19 años, no se encontraba preparado. Además, los entrenadores rivales empezaron a explotar su incapacidad para meter un tiro exterior ordenando a sus defensores pasar de tercero en los bloqueos directos y centrarse en la defensa de las líneas de pase impidiendo a el de El Masnou desarrollar su mejor cualidad que no es otra que la de repartir juego a uno y otro lado de la cancha, a exteriores e interiores, a ritmo lento y, sobre todo, a cien por hora.

Si George Bernard Shaw ironizó al definir la juventud como una enfermedad que se cura con los años yo le rogaría a Ricky Rubio que cuadrara el círculo para que su madurez se lleve todos esos virus propios de los prepúberes (gestos de cara a la galería, defensa en exceso agresiva, tiro exterior deficiente,...) manteniendo en su mirada la inocencia del niño que todos llevamos dentro. Quiero que siga lanzando contraataques a cien por hora, siendo agresivo en la defensa sobre balón, preciso en el pase a los aleros e inteligente a la hora de leer las ayudas. Ése es el Ricky Rubio al que con mayor o menor fortuna compararon los medios americanos con Maravich y Havlicek. Ése es el niño que descubrió Aíto, que casi nos conduce al oro de Pekín y que sí consiguió, en cambio, dominar la final de la Euroliga de 2010 frente al Olympiakos de Papaloukas.

Regresemos al último verano. Al cómo la carrera de Ricky Rubio hacia el estrellato se detuvo de repente. Qué decir de su temporada con un Barcelona que logró el doblete para muchos a pesar de Ricky. Lo cierto es que Víctor Sada ha sido mucho más útil para Xavi Pascual al darle al equipo lo que necesitaba: defensa, rebote y juego ordenado. Y no se trata de exculpar al "6" de la selección por su año más que mediocre, se trata de argumentar que el sistema de juego del Regal Barcelona no le ha favorecido en absoluto.

Decía Aíto García Reneses hablando de su antiguo discípulo que éste necesita un esquema de equipo muy concreto con buenos tiradores y con gente que corra bien el campo (podéis leer aquí la entrevista en el blog de un amigo). Y esto con un escolta como Navarro que marca (con motivos) los sistemas del equipo, unos aleros bastante individualistas y no especialmente buenos tiradores después de bloqueo (Anderson o Mickeal) y con unos interiores que salvo Vázquez no corren especialmente bien la cancha no se ha cumplido. Y esto puede sonar a echar balones fuera, es cierto, pero es sólo una explicación plausible de lo que ha podido ocurrir para que una progresión que parecía incorruptible se haya visto frenada en seco.

En el ocaso de un nuevo verano, con un rol distinto y con un año más de experiencia Ricky Rubio tiene ante sí una oportunidad única para devolvernos la fe a quienes siempre le seguimos. Serán el tiempo, y los partidos, los que determinen si el del año pasado fue un verano de los que llegan y se van de repente sin dejar mácula o si, en cambio, su pésimo mundial antesala de una no menos tétrica temporada, marcará para siempre su carrera profesional. ¿Qué opináis vosotros?

Me despido animándonos a participar de la liga privada del blog del Supermanager Eurobasket. Para ello deberéis crear uno o varios equipos e inscribirlos en la liga "Individual o Zona" con contraseña "billrussell" (sin comillas). ¡Os espero!

UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

El hombre que sabía demasiado



Afirma de sí mismo que era un futbolero más en la España de las cartillas de racionamiento, de la autarquía y del fundamentalismo religioso. Ello hasta que se cayó del caballo toda vez que asistió a un partido de baloncesto. Ello hasta que comprendió de qué manera su trabajo podría sobrevivir al paso del tiempo.

Es curioso, nació un 20 de noviembre, cuarenta y siete exactos años antes de que muriera el dictador bajo cuyo mandato cosechó la mayor parte de sus éxitos. Pero no, no busquen tres pies al gato, ni una puerta rotatoria tras la chimenea. Pedro Ferrándiz y, por ende, el Real Madrid de los años sesenta y comienzos de los setenta no necesitaron ayuda alguna para gobernar con puño de hierro el baloncesto nacional y continental de la época.

Vio la luz en Alicante, en plena Costa Blanca, donde a distancia estudió el curso de entrenador nacional y bajo cuyo mando el Frente de Juventudes ganó el torneo de la provincia para finalizar terceros en el Campeonato de España. Orgulloso y maquiavélico, Ferrándiz se negó a que sus jugadores formaran parte de la selección de Alicante por haberle sido negado el cargo de entrenador. Desde entonces está sancionado por la Federación de baloncesto. Sonríe al recordarlo. Creo que ya le vais conociendo.

Pedro Ferrándiz no se conformó con vivir del baloncesto. Antes de asentarse como entrenador del Real Madrid trabajó en un programa de radio en Alicante enmascarado bajo la careta del "duende del basket" y desde el anonimato golpeó a diestra y siniestra a entrenadores, jugadores y directivos.

No fue casualidad, tampoco, su aterrizaje en Madrid. En la época en que Cela ambientaba su gran obra La Colmena, ya se sabe que quien tenía padrino se bautizaba. Llegó a la capital como mecanógrafo y a través del secretario de la federación se puso en contacto con Raimundo Saporta. Y hasta aquí el tráfico de influencias y las trapicherías. A mediados de los cincuenta y como encargado de varios equipos de las categorías inferiores del Real Madrid, empezó a sumar títulos para el conjunto blanco.

¿El secreto? El mismo que el de Auerbach y Russell, el de Riley y Magic o el de Jackson y Jordan. Pequeñas gotas de genialidad aderezadas con método y disciplina para evitar que éstas se evaporen. Ferrándiz fue un pionero. Hasta su llegada la defensa individual fue eso, individual. Con él llegaron a la Europa occidental (la Europa del este era de otro mundo) las defensas de ayudas, los entrenamientos diarios y la profesionalidad dentro y fuera de la cancha. Era un baloncesto muy diferente. Los hombres altos eran de 1,95 y a los jugadores americanos había que ir a buscarlos a su casa ya estuviera ésta en Minnessotta (Wayne Brabender) o Washington (Walter Szczerbiak).

De su paso como entrenador basten unos números para hacernos a la idea. Doce ligas, once copas del rey y cuatro copas de europa (con tres subcampeonatos) bien pueden eclipsar su gran borrón, el undécimo puesto de la selección en el Europeo de Georgia de 1965, borrón que demuestra que Ferrándiz necesitaba tiempo para hacer funcionar como una maquinaria perfecta a sus equipos, hecho que a su vez pone de manifiesto lo poco amante que era de establecer grandes cambios en sus equipos. Es Pedro Ferrándiz, no hay duda, una mezcla de Guardiola y Mourinho. Permitidme este símil futbolístico ahora que está tan en voga este primitivo deporte (de nuevo haciendo amigos). De Guardiola presentaba el amor por los pequeños detalles, por mantener la motivación al tiempo que apenas alteraba la identidad del grupo (los fichajes sólo se planteaban para cubrir alguna baja o a algún jugador que iba haciéndose mayor). Sin embargo, la ausencia de falsa modestia, más bien su desbocado ego adornado por esas pinceladas de genialidad le sitúan más cerca del portugués del que bien podría haber tomado ese mote inglés. Sí, el de "The Special One".

Os lo argumento. Seguro que muchos de vosotros conocéis la historia de la autocanasta. Jugaba el Madrid los cuartos de final de la Copa de Europa de 1962 contra el Varese el partido de ida de la eliminatoria en cancha italiana. El marcador dibujaba un empate que habría conducido el partido a la prórroga cuando el entrenador del conjunto blanco ordenó a Lorenzo Alcocén, uno de sus jugadores, que anotara en su propia canasta. El Madrid perdió por dos aquel partido, pero se evitó una paliza mayor en el tiempo extra. Finalmente, en el partido de vuelta vencerían por 17 puntos y accederían a semifinales. Pues bien, las declaraciones recientes de Pedro Ferrándiz indican lo orgulloso que se encuentra por haber ordenado aquella acción en beneficio de un vacío reglamentario. Y hasta ahí es todo normal. Pero para el alicantino aquella acción fue mucho más que una decisión acertada e ingeniosa, fue "un favor que él mismo le hizo al baloncesto al poner de manifiesto esa laguna legal que posibilitaba tal aberración". Pero no os confundáis, no critico el hecho de que la modestia no fuera una de sus virtudes, más bien alabo que su ambición le condujera a seguir innovando, a hacer del baloncesto cada día un juego más vivo. 

Dejó el banquillo blanco porque los títulos le salían por las orejas (frase literal dicha por él) y regresó al club como director deportivo en diferentes épocas mostrándose irreverente y caprichoso. Negociaba como entrenaba y si no recordemos, entonces, cómo arregló con Joe Arlauckas su renovación. "Le dije que cogeríamos una servilleta cada uno para escribir en ella la cantidad que nos pareciera razonable. Yo, en la mía, puse OK y él, por suerte, sugirió una cifra asumible".

Pero más allá del Real Madrid, Pedro Ferrándiz ha hecho de sí mismo una figura que supera los límites del club e incluso del propio deporte. En clave deportiva ha sido reconocido en multitud de ocasiones. De hecho, el alicantino es miembro de los dos salones de la fama, el de Springfield y el de la FIBA, situado en Alcobendas porque así lo quiso su viejo amigo Boran Stankovic, entonces presidente de la Organización, en su honor. En el ámbito civil también ha sido reconocido con diferentes distinciones fruto, principalmente, de la labor social que realiza su fundación que si bien está orientada hacia la promoción del baloncesto, también juega un papel dinamizador en diferentes órdenes culturales y educativos. 



Un gigante camuflado bajo una pequeña figura. Un fanfarrón que nunca le ocultó al mundo lo bueno que era. Una figura histórica de los banquillos. Un ser hecho a sí mismo que si a alguien o a algo amó en su vida fue al baloncesto. Otro de los contados portadores del secreto. Un hombre que sabía demasiado. Don Pedro Ferrándiz. Larga vida al rey. 



UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

El día del movimiento (II)





Aunque treinta días no son nada he creído oportuno dar continuidad a una sección nacida, no por casualidad, un 18 de julio con el objetivo de desmitificar todo lo que rodea a una fecha tan emblemática y que a algunos, aún, les hace recordar tiempos peores. Apartemos, por tanto, la política y centrémonos en lo que nos interesa, en recordar alguno de esos gestos técnicos con nombre y apellido que traspasarán fronteras espaciales y temporales, aquellos que emocionaron y emocionarán, por su plasticidad y eficacia, a todas las generaciones de amantes del baloncesto.

Empiezo por un látigo que nada tiene que ver con el del Marqués de Sade aunque sus efectos sobre los rivales no sean en absoluto desdeñables. Los tobillos, rodillas y caderas de los defensores pedían a gritos una cita urgente con el traumatólogo tras intentar defender un movimiento más complejo de lo que puede parecer a primera vista. Gracias Dejan por darnos un clinic cada vez que pisabas una cancha. Lástima (para mí y para el resto de vikingos) que tu paso por el Barcelona fuera mucho más exitoso que tu periplo en Madrid. 



Dejando a un lado el sadomasoquismo, os propongo dar un giro de ciento ochenta grados para centrarnos en el toque de dedos más impresionante que se recuerda. Espero que vuestras mentes calenturientas os permitan deducir que no estoy pensando en una acción típica de volleyball (qué os habiáis creído que iba a decir). Tampoco en Sam y aquellas virtuosas manos con las que tocaba "As time goes by", pieza maestra que ambientaba el Rick´s café de Casablanca y que Ingrid Bergman deseaba escuchar una y otra vez. No, hablo de Iceman Gervin, el escolta de los San Antonio Spurs que acabó sus días (deportivos) en Chicago Bulls donde dejaría el testigo de la anotación al más grande de todos los tiempos (¿hace falta aclarar quién es?). Y es que si otros grandes jugadores como Julius Erving o el propio Magic Johnson dominaban bastante bien este gesto técnico, es la foto de George Gervin la que acompaña la definición de "finger roll" en cualquier manual especializado. 




Si quieres incorporar a tu repertorio el "no looking" pass no te será muy complicado. Recuerda aquella noche, sí, aquella noche en que te lanzaste desesperadamente a besar a la chica (o el chico) con la que (el que) siempre habías soñado y copia su reacción al girar la cara hacia el tendido. Sólo tendrás que incorporar el gesto de pasar mientras mantienes la cara girada. Y si hubo un maestro de este arte, señores y señoras, éste fue sin lugar a dudas Magic Johnson. Aquellos contraataques de los Lakers ponían de pie hasta a los más fundamentalistas seguidores de los Celtics. Eso sí, dos segundos después ya estaban recordándole su apodo de "Cry Baby". Arte en movimiento. Baloncesto creo que le llaman algunos. 



Si hay un tiro efectivo en nuestro deporte es el tiro a tablero desde cuarenta y cinco grados. De hecho, esto no se le escapa ni a los padres futboleros ni a los maestros de educación física que no hacen más que recordar a sus hijos o a sus alumnos que hay que utilizar el soporte. Yo les diría que sí y no. No, si sus muñecas son catapultas de las que se usaban en las batallas altomedievales para desguarnecer las defensas de la ciudad asediada. Y sí, desde luego, si lo hacen con la maestría de un Tim Duncan o, sobre todo, de un Piculín Ortiz, ex jugador portorriqueño al que hace poco detuvieron por posesión y cultivo de marihuana. Se ve que aquellos policías nunca dominaron el tiro a tabla. ¿Por qué, si no, tanto resentimiento por un hecho tan común? 



Finalizo con un rectificado. No, no he ofendido a nadie ni he vulnerado derecho alguno. Lo hago con una imagen que adornó las paredes de miles de adolescentes y jóvenes a principios de los noventa. Sí, aquélla que nos hizo dudar sobre la utilidad de las alas de Dédalo, el globo de los Montgolfier o el avión de los hermanos Wright. Para qué tanto aparato si un ser con la camiseta de los Bulls con el 23 a la espalda parecía ignorar esa fuerza que nos empuja hacia el centro del planeta. Aún hoy me pregunto si alguien paró el tiempo. Aún hoy trato de imaginar un final más perfecto para un cuento. En fin, el párrafo de despedida queda suprimido. Después de ver esto... Sobran las palabras. 



UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

Una noche en el baloncesto




Asientos vacíos en el frente. Reservados, parece, para los avanzadillas de la JMJ. Vacíos al fin y al cabo tal vez por la incompetencia de los gerentes del recinto, de los mandamases de la Federación o de la Consejería de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid. Quizá de todos ellos. La noche en que, sin saberlo, se gestaba el fichaje de Rudy por el Real Madrid, la selección jugaba en el Madrid Arena.

Me siento junto a mi hermano en uno de los fondos del pabellón para disfrutar de la segunda prueba de la selección previa al Eurobasket de Lituania y que, precisamente, nos enfrentaría a los que serán anfritriones del campeonato. A pesar de no contar con Kleiza o Siskauskas su potencial es digno de consideración habida cuenta de su poderío interior con varios hombres por encima de los 2,09 (Javtokas, los hermanos Lavrinovic, Petravicius y el talentoso Valanciunas) a los que complementa con su calidad el ex NBA Darius Songaila. Por fuera no tienen ya ni a Kurtinaitis ni a Stombergas, aunque jugadores como el madridista Pocius, el ex madridista Kaukenas, Lukauskis y, más aún, Jasaitis no permiten relajación alguna en su defensa. Y de Jasikevicius poco se puede decir. Genial, imprevisible y con un carácter complejo que exige un plus de paciencia a sus compañeros, (en un balón que le roba Ricky Rubio en un claro error propio, Saras reaccionó abroncando a uno de sus compañeros por no haber ofrecido una mejor línea de pase) el base lituano es de los que pueden resolver por sí solo un partido.

España llega a la cita con un debate abierto sobre la que debe ser la última exclusión de una lista de trece jugadores que ineludiblemente ha de quedar reducida a doce. En numerosos foros y blogs (ver columna derecha) se está tratando la cuestión y la decisión parece afectar a cuatro nombres principalmente: Víctor Sada, Víctor Claver, Carlos Suárez y Fernando San Emeterio. Algunos, incluso, se atreven a mencionar a Sergio Llul, por superávit de bases y escoltas, o a Ricky Rubio por idéntica razón y por considerar que el genio de El Masnou está sobrevalorado si repasamos su pobre temporada ACB.

Finalizada la cita para mí el debate habría quedado reducido a tres, Víctor Sada, Víctor Claver y Carlos Suárez. Ricky Rubio debe ser un jugador fijo al mando de una segunda unidad mucho más explosiva y defensiva. Jasikevicius se las vio y se las deseó para subir el balón ante la presencia del "6" de la selección quien con sus largos brazos y explosivas piernas convirtió en un calvario la labor de dirección del gran Sarunas. San Emeterio formó parte del quinteto más productivo junto con Ricky, Rudy, Ibaka y Pau y en él se mostró como un infatigable defensor (no sólo de su hombre, sino también muy atento a las ayudas) y como una arma perfecta para lanzar el contraataque. Sergio Llul, por su parte, es un comodín que puede revolucionar el partido como base en cincos defensivos o como escolta en quintetos más "bajitos" como con el que experimentó Sergio Scariolo durante parte del tercer cuarto con sólo Pau Gasol como referencia en el poste bajo.

Creo que por similitud de roles y por ser los menos experimentados en las grandes citas, la última plaza se la juegan Carlos Suárez y Víctor Claver. A favor del primero está su mejor tiro exterior y su capacidad para el rebote ofensivo. A favor de Víctor hay que contar con su presencia en citas anteriores y con un físico bastante más espectacular. La decisión, de todos modos, es más mediática que fundamental pues el seleccionado ocupará uno de las dos últimas posiciones en la rotación.

De la visión en directo del partido me maravilló el juego sin balón de Navarro, la capacidad atlética de Ibaka, el radar que lleva instalado en su cabeza José Manuel Calderón, la defensa sobre balón de Ricky, la superioridad en todos los campos de Pau Gasol y, en general, lo fácil que anota nuestra selección ante defensas muy aguerridas y con feroces intimidadores bajo los tableros. 



Sin embargo, hay algunos peros sobre los que, imagino, nuestro seleccionador hará hincapié. A pesar de contar con Pau e Ibaka nuestro rebote defensivo es mejorable y creo que éste, que ya fue un problema que nos costó la mala actuación en Turquía, es un aspecto que tiene que ver sobre todo con la concentración y la motivación por realizar esta labor menos agradecida. Pero no es el rebote la principal cuestión a tratar. Me inquieta, casi me alarma, la pobre defensa del pick and roll en todas las posiciones de la cancha por culpa básicamente del pobre trabajo de ayuda y recuperación de nuestros pívots (los Gasol parecían Shaquille O´Neal) . Cuando lo jugaban en cuarenta y cinco grados los flashes (o show) eran insuficientes como para detener el bote y facilitaban la visión del poseedor del balón para hacer llegar el mismo a la continuación y, además, el tercer hombre llegaba siempre tarde a la ayuda. Si se jugaban en lo alto de la bombilla (high pick and roll) los lituanos obtenían casi siempre un cambio defensivo si no una penetración hacia canasta. En fin, mucho trabajo a la hora de mejorar la defensa de una de las acciones más repetidas en el baloncesto actual. 



Dejo para el final el pero que más me duele. El de la afición. Y no me refiero a su carácter pasivo más propio del Teatro de la Latina y tampoco a su desmedida pasión por hacerse con un balón plagado de publicidad para benjamines. Me refiero a su ignorancia. Y no sirve escudarse en la juventud. Yo a los niños les perdono que desconozcan a figuras como Clifford Luyk (un auténtico especialista de los ganchos), Emiliano Rodríguez (Presidente de Honor de la sección de baloncesto, miembro del Hall of Fame de la FIBA, 2 veces mejor jugador del Campeonato de Europa y con cuatro Copas de Europa en su palmarés) o Jose Antonio Montero. A quien no perdono tanto es a los padres que colocaban a sus hijos de forma escalonada al lado de Romay o Garbajosa pasando por completo de los nombres anteriormente citados. Y es que ni la selección tiene diez años ni el Mira Quien Baila hubiera de ser el supremo baremo de la popularidad de un jugador. En fin, el pueblo habló y salvó a Romay.

Del pasado sábado sólo puedo decir que fue una gran jornada de baloncesto con mucho bueno para guardar en la mochila de los recuerdos y algunos aspectos por pulir si queremos repetir como campeones de Europa. Y qué mejor estampa que la de servidor con el gran Emiliano para despedirme de vosotros hasta pronto. 



UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS