No se puede ser más lacónico a la hora de definir el futuro de la sección de baloncesto del Real Madrid. La entrenaba Messina, delegó en Molin. Se hablaba de Repesa, Pesic o Pianigiani y llegará Pablo Laso. Luego le critican a uno por ser nostálgico y añorar los tiempos en los que, en el frontón Fiesta Alegre, Ferrándiz dirigía a los suyos a una liga tras otra y a cuatro copas de Europa gracias a los Rullán, Luyk, Brabender y compañía.
Pablo Laso parece una opción más propia de otro club. Sin embargo, y a pesar de todo lo dicho hasta ahora, creo que es justo darle tiempo y dejar que sus métodos traten de calar entre una plantilla que se empieza a perfilar como discreta. Todos los grandes entrenadores tuvieron esa primera gran oportunidad, e incluso alguna más, para poder mostrar su valía. Suerte Pablo.
Al tiempo que se recorta el presupuesto para el baloncesto, el caprichoso Mourinho campa a sus anchas por las oficinas del club. Admito que el fútbol pueda rendir más cuantiosos dividendos, pero la inversión necesaria para el baloncesto es mucho más modesta. Se apuesta por los jóvenes, pero no se cree en ellos, se ficha a un gran entrenador para que lidere un proyecto y, al año y medio, tenemos a su ayudante dirigiendo al grupo hacia un paredón con nombre de Final Four.
Marca y otros diarios se hacían eco del interés por Rudy. Una cortina de humo sin la densidad necesaria como para evitar que veamos que el Barcelona ya ha renovado a Mickeal, Lorbek, Vázquez y que se va a hacer con Chuck Eidson. Por cierto, también al otro lado del "puente aéreo" se cuida mejor a las figuras que, como Basile, abandonan su casa. Nunca nos lo creímos y ahora nos congratulamos de que Fernández haya recalado en el actual campeón de la NBA. Desconozco cuál será su rol, pero conociendo a Carslile, tendrá sus oportunidades para demostrar que puede colaborar en la defensa del anillo.
Seguimos sin avistar, ni siquiera, un oasis en medio de este desierto que se prolonga desde 2007 y que amenaza con durar tanto como la crisis griega. Al menos ellos se dan la vuelta y ven el Partenón. Nosotros, los madridistas, la Caja Mágica.
UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
1 comentarios:
Esto se resume en que desde siempre a Florentino Pérez le ha importado la sección de baloncesto un pepino,punto.
Suerte a Laso, pero me da que se le avecina un marrón curioso.
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