No son excusas, son leyendas


Podrían parecer perfectas excusas para no hablar de la derrota de los Celtics ante los Lakers. Podrían ser una cortina de humo ideal para encubrir las miserias de un equipo, el de Boston, que ha quedado reducido a una rotación de siete u ocho jugadores por culpa de las lesiones y que está pidiendo la hora en forma de All Star con inequívocas señales de auxilio. Yo soy Danny Ainge y ya estaría abriéndome paso entre los miles y miles de parados en Detroit para presentarme en la puerta de Joe Dumars (General Manager de los Pistons) y pedirle precio por Tayshaun Prince, un tres perfecto que ya secó en su momento a Kobe Bryant (finales 2004) y con la capacidad de anotar desde múltiples posiciones. Pero no. No se trata de desviar la atención. No fui yo el base de talento y un tanto presuntuoso que se enfrentó al bueno de Jerry Sloan para situar al club en la posición de "o se va él o me voy yo". Tampoco soy ese escolta de 1,92 formado en los Huskies de Connecticut que ayer situó el récord de triples de la NBA en 2562.

Cómo no hablar de Ray Allen tras una fecha tan especial. Sería injusto para él, para Reggie Miller (el jugador al que sucede como líder de triples en la competición) y para una liga, la NBA, que vende tan bien su producto. Durante un tiempo muerto se abrazó sucesivamente con Reggie, en su puesto de comentarista, con su madre, con su mujer e hijos y recibió la felicitación de Kobe, todo un señor. Todo ello es el resultado de una dedicación absoluta a su cuerpo y a su espíritu. No en vano, ayer repitió su rutina de siempre. Llegó al pabellón cuando aun estaban limpiando la suciedad del día anterior, se enfundó su codera en el brazo izquierdo y comenzó a lanzar desde diferentes ángulos para estar listo de cara a un día especial en cuanto a las cifras pero que en realidad, para Ray, no era más que otra jornada más en la oficina.

Pero la verdadera conmoción no vino marcada, en la jornada de ayer, por los clásicos o los "milestones" superados. Os invito a ir al United Center de Chicago, mirar hacia el techo del pabellón y buscar entre los seis banners que simbolizan los seis títulos de la franquicia y entre las camisetas retiradas de Michael Jordan o Scottie Pippen la del número "4", el primer jugador seleccionado por los Bulls en el draft de expansión de 1966. Quizá la retirada se debió más al propio hito de ser el "original bull", pero en su carrera como jugador marcada por las lesiones consiguió dos triples dobles y un partido con 43 puntos sin olvidar su principal marca de estilo, la defensa.

Y por la intensa defensa y por hacer de su pabellón un fortín (esa cárcel de cinco estrellas como denominaba Andrés Montes al Delta Center de Salt Lake City) se han caracterizado los mejores equipos de Sloan durante sus 23 años en el estado que los mormones fundaron para practicar con total libertad su credo religioso. No es por tirar de tópico y mencionar las tan manidas palabras de Churchill constantemente (como hacen los periodistas deportivos a falta de otros símiles), pero Jordan se las vio y se las deseó para extender su legado cuando topó en las finales de 1997 y 1998 contra los Jazz de Stockton y Malone. Y de Jerry Sloan.

Es el tercer entrenador con mayor número de victorias, consiguió meter a su equipo en la postemporada desde 1989 a 2003 y todo ello tras pasar por innumerables enfermedades relacionadas o no con sus malos hábitos de vida que ha venido reconduciendo en los últimos tiempos. Todo ello luchando contra el escaso atractivo del estado de Utah para la captación de grandes jugadores y ante la ceguera de quienes entregan los premios en la NBA. Si Sam Mitchell ha sido entrenador del año (2007) y Jerry Sloan, en sus 23 años, no lo ha sido nunca es que algo está fallando en la Meca del baloncesto.

Resulta paradójico que tras superar tantos malos momentos sea la mala relación con Deron Williams la que a priori marca su adiós. Quizá Sloan vio en éste al sucesor de Stockton. Y a Deron no le falta talento. Pero le faltan otras cosas. Respeto creo que lo llaman.

Os dejo con la rueda de prensa de despedida de ese incansable jugador y de esa leyenda de los banquillos que es Jerry Sloan. Y sí, Kobe y Gasol jugaron un partidazo. Pero este 10 de febrero de 2011 tendrá para siempre otros protagonistas. 



UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS

4 comentarios:

Explorador dijo...

Enorme Juanjo, esta vez más aún, si cabe. Enhorabuena a Ray Allen un asesino silencioso, y adiós a Sloan, no entiendo como puede salir así un tipo que ha dado tanto a su franquicia durante más de dos décadas. Flipo. Que mal :(

Saludos :)

Anónimo dijo...

Siempre me pregunto como se dirigirá un entrenador a un jugador sabiendo que su importancia es miserable en comparación con la de su pupilo. Esto pasa en todos los deportes, que se lo digan a Pellegrini o a Spoelstra, pero este caso se materializa... Un entrenador que lleva 23 años en un equipo se tiene que ir porque un tipo que lleva 5, que posiblemente este de paso, no lo soporta... que dura la labor del entrenador!

JJ Nieto dijo...

Desde luego no fue la despedida que se merecía en un último partido previo anuncio con ovación del Delta Center. Sin embargo, sus compañeros de profesión y sus ex jugadores sí que han estado a la altura del acontecimiento.

http://www.nba.com/video/channels/nba_tv/2011/02/12/20110211_alink_malone.nba/

Ahí tenéis las palabras del segundo mejor anotador de todos los tiempos.

Un saludo.

ivan Mcgrady dijo...

Impecable Juanjo ,se nos va el teniente alcalde de tacañon ,k pena me encantaba cuando se cabreaba y se ponia a gritar al arbitro hasta el centro del campo hasta k iva su ayudante y lo sacaba del campo jaja,tiene k haber sido muy gorda la bronca para k dimita asi,con stockton era con el k mejor se llevaba ,eran grandes amigos y grandes trabajodores los dos, contaba de stockton k al final de todos los entrenamientos hacia carreras a sprin con sus compañeros y k en sus 15 años d profesional solo perdio una con calber cheeane o (como se escriba) y se cabreo bastante jaja ,m lo imagino con sus pantaloncitos esos cortos k llebava en los partidos, vaya fenomeno ,deberian ponerle una estatua a sloan junto con la "d hoy te quiero mas k ayer pero menos k mañana" k estan a la entrada del pabellon

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