No engaño a nadie si digo que uno de mis jugadores favoritos en activo nació en Oakland, California y creció viendo a los Lakers en Inglewood mientras soñaba cada noche con vestir la camiseta oro y púrpura de los angelinos.
No engaño a nadie, tampoco, si admito que su mayor decepción fue caer hasta el número 10 del draft para jugar con el archienermigo de su querido equipo, los Boston Celtics. Mientras los jugadores iban siendo seleccionados, la cara de este jugador se iba haciendo cada vez más larga. ¿Cómo un tal Dirk Nowitzky de un equipo ramplón de la Segunda División Alemana puede ser elegido antes que yo? Ahora seguro que no pensaría lo mismo.
Y tampoco engaño a nadie si os digo que esta figura de la liga fue asaltado por la muerte en forma de once cuchilladas que buscaban sin remedio sus órganos vitales a la salida de un pub en Boston. Salvó la vida gracias a la rápida intervención de su compañero Tony Battie y sólo unos días después comenzaría una temporada en la que disputaría los 82 partidos.
No os he engañado. Me refiero a uno de mis ídolos deportivos, “la verdad”. Paul Pierce es el último héroe de la afición del Garden de Boston tras la retirada de Larry Bird. Tuvo que llegar un californiano de raza negra, criado en los suburbios de Los Ángeles para revitalizar la afición al baloncesto en uno de los estados más aristocráticos de los Estados Unidos.
Sus fintas, sus reversos, su fortaleza física (aunque disimulada) y la velocidad, que él mismo atribuye a cuando su madre corría detrás de él para castigarle, son sus principales armas ofensivas acompañadas, claro está, de un tiro más efectivo que elegante y ante todo muy personal.
Paul Pierce no es un jugador cualquiera, es diferente a todos los demás. Indisciplinado y bocazas, le costó hacerse con un hueco en el estrellato de la liga. Los repetidos fracasos de los Celtics hicieron que una larga lista de entrenadores fueran pasando por el banquillo del Garden mientras al número 34 se le agotaba la paciencia ante tanta reconstrucción fallida.
Pero llegó el verano de 2007 y poco antes de cumplir 30 años, the Truth se vio acompañado por el mejor tirador de la liga, Ray Allen y por el mejor “4” de los últimos 15 años de no haber existido Tim Duncan, kevin Garnett. Se formó, así, el segundo Big Three de la historia de la franquicia (en los 60 y 70 directamente había big teams) que tras un training camp en Roma unió sus fuerzas para, al grito de Ubuntu, levantar el ánimo de la afición y recuperar el orgullo de ser un Celtic. En el parqué del Garden se inscribió con letra cursiva Red Auerbach y en su honor se ganaría aquel inolvidable anillo de 2008.
Y Pierce fue Pierce en aquellas finales. Y no hubo ficción en su lesión de rodilla como cabría pensar. Jugó mermado toda la serie y hubo de dedicar varias semanas del verano a recuperarse. Si los aficionados de los Lakers quieren pensar que aquella “actuación” en el primer partido de las finales fue una farsa allá ellos. La música de Rocky al regresar y una grada envuelta en llamas sí ayudaron, pero lo principal fue que regresó y clavó dos triples (el segundo un 3+1) y los Celtics remontaron. Fue nombrado con total justicia MVP de las finales y ese mismo verano se autoproclamó mejor jugador del mundo.
No lo es. Ser fan no ciega mis ojos. Pero sí es historia viva de la franquicia más laureada de la liga y sí posee uno de los más amplios repertorios ofensivos que yo haya visto jamás en un jugador. Todo ello sin la explosividad y el físico de los Lebron o Wade. Todo gracias al talento, la astucia y a ese instinto de ganador, que si no lo traía ya de serie le enseñaron las viejas leyendas célticas.
Gracias Paul Pierce por estos años. Espero que aún queden en tus piernas dos o tres temporadas de buen baloncesto. Por si acaso, deja sitio en tu anular para un segundo anillo. Yo sé que tú crees y yo también creo. ¿Creéis vosotros que los Celtics tienen alguna opción esta temporada?
UN ABRAZO Y BUEN BALONCESTO PARA TODOS
4 comentarios:
Pierce será grande, pero el post no le merece menos!!! Cool Juanjo!
Está sin duda entre mis 10 favoritos actuales. Si bien no dudo que tuviera lesión en la final famosa, también es cierto que Pierce es uno de los TEATREROS más grandes que ha tenido la NBA (junto a NAVARRO), te guste o no, es lo que le baja puntos como uno de los grandes.
Por otro lado, aunque ya sabes que creo que es DECISIVO e imprescindible cuando debe, no suele ser constante garantía ofensiva. Pero si tengo que elegir entre fichar a Pierce o a Carmelo Anthony... No me lo pienso. Pierce es el 3 que querría en mi equipo.
Para meterlo entre los más grandes de la historia aún le queda ganar 2 títulos más y algun MVP de la temporada para consagrarse como jugador constante.
Otra cosa de la que no se suele hablar es de su defensa, creo que es el mejor defensor que han tenido Kobe y LeCabron en las últimas temporadas.
Abrazos,
Javi
Me olvidaba!!
En cuanto a las posibilidades de Boston en la NBA... En fin... Las de siempre. Boston es un gran equipo y este año se han reforzado mejor que nadie (menuda oficina de fichajes). Con los O'neil (el bueno Shaq y el inútil Jermaine), y los reservas de lujo que tiene, que cada vez son más maduros e igual de jóvenes, tienen todos los números para ser los que se batan el cobre con Miami en la final de conferencia, y sinceramente, a estas alturas no me atrevería a apostar por ninguno de los 2, aunque creo que me inclino un poco más por Miami, por su mayor estabilidad del big 3.
Por otro lado, otro equipo al que tendremos que seguir (en otros post, hemos hablado de Golden State y de los Thunder), son los ROCKETS, que recuperan a medias al CHINACO - YAO, que sin duda sumado a los jóvenes talentos (Lawry, Brooks, etc) y a los refuerzos como Kevin Martin van a ser un equipo con el que nadie va a querer cruzarse.
Abrazos!!
Javi
El verdadero debate es si Paul Pierce es uno de los cinco mejores celtics de la historia y no hay unanimidad. Desde luego, se le recordará siempre por el Garden como "the most natural scorer". Qué increible evolución la suya desde que llegó a Kansas muy muy verde. Saludos.
NCAA fan
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