“Asia a un lado, al otro Europa y allá a su frente Estambul”. Con estos versos de la Canción del Pirata de José de Espronceda deben de estar soñando Sergio Scariolo y todos y cada uno de los jugadores de la selección española de baloncesto.
Y es que Estambul, antigua capital del Imperio Romano de Oriente y del Imperio Otomano, albergará la final del próximo Mundial de Baloncesto. Su posición estratégica entre el Estrecho de los Dardanelos y el del Bósforo, entre Asia y su apéndice Europa, la convirtió en la “Caput Mundi” durante la Edad Media. En ella, nuestros internacionales intentarán escribir en letras de oro una nueva hazaña de nuestro deporte.
A diferencia de lo que ocurre con el fútbol, el mundial de baloncesto no es la cita más importante del calendario. Basten, como muestra, las renuncias de muchas y muy importantes estrellas de la canasta por motivos variados como lesiones, asuntos personales, descanso, presiones del equipo, la firma del último gran contrato,... Hace unas semanas seguíamos el mundial de fútbol y en él no faltaba nadie salvo que tuviera la tibia colgando. Robben o Iniesta, sin ir más lejos, jugaron el campeonato arriesgando su integridad tras recuperarse con celeridad de sus respectivas lesiones musculares.
Estoy seguro de que los esfuerzos en un deporte nada tienen que ver con los que se realizan en otro. Los calendarios también son distintos, al igual que la frecuencia de partidos y viajes. Llegar a la final de NBA debe consumir tanto o más que correr tres maratones en una temporada. Me refiero a tendones, a ligamentos, a músculos y huesos, pero sobre todo me refiero a ese órgano del sistema nervioso que albergamos en el cráneo, el cerebro.
Nada puedo achacar a la renuncia de Gasol, fiel defensor de la causa patria y gran amante del juego. Nada, tal vez, se pueda echar en cara a Kobe, espartano en el trabajo y fiero competidor. Ellos han jugado más de cien partidos, varios de ellos de máxima intensidad. De sus anulares cuelgan varios anillos y de sus cuellos valiosas preseas. Lo han conseguido prácticamente todo en el baloncesto y su ambición no consigue cubrir el vacío psicológico consecuente a toda larga temporada. En el mismo grupo podría situar a Manu Ginobili, campeón olímpico y, por tres veces, de la NBA. Le robaron la final del mundial de 2002 que disputó con un severo esguince de tobillo. A ellos les puedo comprender
Caso distinto es el de Nowitzky, Lebron, Carmelo Anthony o Andrei Kirilenko. Sus temporadas apenas han superado los 90 partidos (en el caso del ruso muchos menos por lesión), su historial, aunque excelente, no es excepcional. Para ellos, en mi opinión, renunciar supone faltar al compromiso con sus países, compañeros y con el propio deporte.
En definitiva, se demuestra que, en baloncesto, el gran campeonato por selecciones son los Juegos Olímpicos. Ganarlos supone un aliciente incomparable. Cuando el fuego olímpico arde el baloncesto se convierte en el rey de los deportes colectivos y, entonces, el triunfo dota de sentido a los muchos sacrificios realizados, se llamen “dejar de ir a la playa”, “no ser fiel a la franquicia” o “no sacar a pasear al perro”. Sin embargo, el Mundial seguirá siendo el hermano pobre al que los Estados Unidos enviará el equipo B (un equipazo no nos equivoquemos) y en el que las grandes figuras desertarán sin tener, siquiera, que objetar conciencia.
Aun así, como buenos y fieles amantes de nuestro deporte estaremos atentos a los acontecimientos que se sucedan y a la evolución de nuestro equipo nacional que el pasado domingo empezó arrollando a Canadá. Ya lo saben, ALLÁ A SU FRENTE ESTAMBUL
Un abrazo y buen baloncesto para todos
2 comentarios:
Una vez mas fantástico post, cuando he empezado a leerlo pense, tengo que ponerle que el torneo mas importante por selecciones son los JJOO, pero e ahi tu conclusión, justa y adecuada una vez más.
El rey olímpico de los deportes colectivos. Eso es. Eso Somos.
Para mí este mundial va a ser apasionante. Turquía, Serbia, Estados Unidos y España están a un gran nivel. Será interesante ver al Baby Team de los americanos. Tengo especial interés por saber quiénes serán los 12 definitivos. Espero que abras debate al respecto.
NCAA fan
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