Hablar de Chris Webber es hacerlo de uno de los mejores Ala Pívot de los últimos años, de uno de esos casos en que el talento de un jugador no se ve reflejado en la pista por una sucesión de malas decisiones e inoportunas lesiones.
Pero antes de su periplo profesional y mucho antes de convertirse en uno de los más agradables e irónicos comentaristas deportivos, Chris Webber fue el principal estandarte del equipo de Michigan , los Fabulous Five integrado por cinco jugadores que en su primer año universitario, 1992, llegarían a la final para perder con Duke, equipo liderado por Christian Laettner (jugador invitado para formar parte del primer e inimitable Dream Team de Barcelona 92).
¿Quiénes eran los Fabulous Five? Además de Chris Webber, Juwan Howard, Jalen Rose, Jimmy King y Ray Jackson. Los tres primeros tuvieron una exitosa carrera profesional mientras que los otros dos jugarían tan sólo un modesto número de partidos en la NBA.
Tras la derrota con Duke los cinco fantásticos aunaron fuerzas y decidieron darse una segunda oportunidad. La camaradería que puede existir en un equipo de baloncesto universitario no se puede comparar con ningún otro sentimiento. No puedo explicaros lo que puede significar ganar un trofeo universitario porque hay que vivirlo para poder narrarlo.
Con el objetivo de catar el sabor de la gloria en el Torneo Final de la NCAA los cinco “wolverines” (así se conoce a los miembros de la universidad de Michigan) realizaron una gran temporada y se plantaron de nuevo en la final. Se medían a uno de los equipos más laureados de la competición, los tar heels de Carolina del Norte comandados por un histórico de los banquillos, Dean Smith.
El gran momento aconteció con 73-71 a favor de los de North Carolina. El genial Chris Webber (máximo reboteador y segundo máximo anotador del torneo) coge el rebote de un tiro libre. Incomprensiblemente ninguno de los compañeros le ofrece una salida de balón y tras cometer unos pasos que no fueron señalizados es encerrado por los rivales en la esquina derecha del ataque de los de Michigan. Ante la oposición de los rivales Chris Webber hace el inequívoco gesto de “timeout”. Parece una buena decisión. 11 segundos para preparar el ataque. Pero, ¿por qué entonces se lamenta su entrenador?
Michigan no tenía tiempos muertos disponibles. Estoy seguro de que Webber lo sabía. De lo contrario habría pedido tiempo muerto nada más coger el rebote. No lo hizo. Curiosamente, agobiado pero no en exceso por sus rivales el ala pívot olvidó que estaba jugando un campeonato universitario, que lo iba perdiendo por dos y que, sobre todo, su equipo no tenía la posibilidad de solicitar un tiempo muerto. Ello pese a estar llamado a ser uno de los más grandes de la historia.
Lo cierto es que Dean Smith consiguió su segundo título, sumando éste al que consiguió en 1982 con un tal Worthy y un tal Jordan. Lo cierto es que los Fabulosos Cinco pasarían a formar parte de una nómina de grandes perdedores. Perdedores porque nunca consiguieron un título y grandes porque permanecerán en la memoria colectiva de los buenos aficionados.
Os dejo con las mejores jugadas de uno de los mayores artistas que ha dado el baloncesto. Sí, el mismo que incomprensiblemente pidió el tiempo muerto. Disfrutadlas.
1 comentarios:
Webber fue el Curro Romero del basket. Grandes noches y otras muchas oscuras. Sin duda un gran potencial desaprovechado.
Un saludo,
NCAA fan
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